Mientras que la contingencia sanitaria está a todo lo que da por el COVID-19, los médicos,
enfermeras y personal de apoyo en las unidades médicas, piden lo de siempre: apoyo, insumos e
información sobre el protocolo que deben seguir para atender a pacientes infectados, algunos de
ellos, de manera personal y con sus propios recursos, compran lentes y cubre bocas para evitar el
riesgo de contagiarse con algún portador del virus.
Ya en el Municipio del Mante, personal médico y de enfermería, empezaron a manifestarse contra
las autoridades delegacionales y el propio sindicato, porque no cuentan con los recursos para
trabajar y proteger su salud, las enfermeras y los doctores tienen razón, porque no cuentan con
equipo de protección personal, arriesgando con ello su salud y la de sus familias.
Hasta ahora, ni la delegada, del IMSS en Tamaulipas, Velia Patricia Silva Delfín, ha dicho nada sobre
el tema, es más, ni la hemos visto en los medios de comunicación en esta contingencia, ni siquiera
para difundir medidas de prevención, y mire que hay que reconocerle a las valiosas enfermeras y
doctores de este instituto que con miedo y todo se la han “rajado”.
No es por nada, pero si Roberto Hernández Báez, continuara de Delegado, ya hubiese comprado
cientos de mascarillas y equipo de protección para los médicos y las enfermeras, aunque no vaya
creer que por eficiente, más bien por echarse unos milloncitos a la bolsa, como lo hizo en las
contingencias ocasionadas por el dengue y huracanes en los tiempos de Eugenio Hernández Flores.
Quizás las autoridades delegacionales del IMSS y los responsables de compras estén esperando una
desgracia y contagio masivo de su personal para poder actuar, como sucedió en Monclova y varias
unidades médicas del IMSS en la república en donde el problema que se registra es muy grave.
Es una vergüenza que los doctores y las enfermeras de Mante pongan al descubierto que los cubre
bocas que les entregan no les duren ni una hora y mire que en esta capital no se quedan muy atrás,
no por nada varios turnos en enfermería y médicos, dejaron de atender a un paciente aislado posible
COVID-19, por miedo a contagiarse porque no tenían lo más elemental en equipo de protección,
nos consta.
2.-y hablando de instituciones hay tiene usted que en el ISSSTE, el Sub Delegado Medico y
responsable de la atención al derechohabiente, Ernesto Lavín Hernández, anda más interesado en
realizar los cambios de directivos en las clínicas y hospitales de la entidad que en garantizar el
servicio a los pacientes o dotar de los más necesario en equipo a los trabajadores.
Ya lo decíamos con anterioridad de nombrar a Lavín y nada, es mejor nada y mire que selo decimos
porque en medio de esta contingencia ya hay quien se queja del mal servicio que se proporciona en
el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado, (ISSSTE).
Por lo pronto hay pacientes que están al punto del colapso, pacientes de diálisis que se quejan
porque el camión Baxter no pasa a dejar las cajas para dializarse y tampoco hay medicamento del
llamado Itropoyetina y nifinipino, ah pero eso sí, Lavín el doctor de la Familia Villarreal Anaya, a todo
lo que da haciendo cambios y poniendo a sus amigos en las direcciones de las clínicas y hospitales
del Estado, que poca, no cree.
Por cierto que ya son varias las voces que hablan de la toma de instalaciones si es que no se les
entrega material de protección para enfrentar esta contingencia de salud y donde coinciden que
por hacer este tipo de cambios se descuida lo más importante, sí, el área médica y de atención al
paciente.
3.-Y para salir, el Gobierno del Estado logró la autorización de parte del Congreso del Estado para
obtener un crédito de 4mil 600 Millones de pesos a pagarse en los próximos 20 años y atender de
esta manera la pandemia del coronavirus en esta entidad.
Los muchachos de Gerardo Flores Peña, no batallaron en autorizar el préstamo con 23 votos a favor,
para que este se destine a infraestructura urbana, equipamiento de salud, equipamiento hidráulico,
adquisición de bienes inmuebles, equipo de seguridad, fondos de reserva, así como gastos y costos
generados por los servicios de contratación del financiamiento.
Hay que decirlo, Carmen Lilia Canturosas, se vio muy mal a tratar de defender en redes lo que no
hizo en tribuna, ya se imaginaran, le fue como en feria y como dijo Carlos Morris, ¡sean serios!
Nos vamos, pero desde aquí mi abrazo a mi amiga o corredora profesional Brenda Morón, que está
desesperada por no salir a correr los kilómetros diarios que se avienta para estar en forma.
Mi correo joseluis_castillogtz@hotmail.com
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