La vacuna BCG se está administrando a los trabajadores de la salud en Melbourne, Australia por su potencial para proteger a los humanos del COVID-19.
La vacuna que originalmente fue ideada para combatir la tuberculosis, también es usada como tratamiento de inmunoterapia contra el cáncer, pues logra estimular la respuesta inmunológica contra las células cancerígenas.
Dada la versatilidad de la vacuna BCG, la Organización Mundial de la Salud (OMS) cree que es prioritario saber si ésta es capaz de reducir los síntomas en las personas con coronavirus.
Por ello, el equipo de investigadores en Australia comenzó a utilizar la vacuna entre el personal sanitario de Melbourne.
Discussion about this post