No hubo nada espectacular en el Primer Informe Trimestral del Segundo Año de
Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador; a decir verdad no hay mucho
que decir porque repitió el mismo rollo de la semana, de que el COVID-19 nos va a
hacer los mandados; se esperaban cambios en el equipo pero no los hubo y
aprovechó el momento para reiterar que mantendrá inalterables y profundizará las
acciones destinadas a la población más pobre y vulnerable del país.
La única sorpresa para nosotros, como analistas políticos, es el anuncio que hizo de
que bajará los salarios de él y de todos los secretarios de su gobierno, además de que
va a eliminar los aguinaldos de los cargos de subdirectores hacia arriba en la función
pública y remarcó que la política de austeridad al gobierno federal “se aplicará con
más rigor”, para hacer frente a la crisis económica que pueda provocar la pandemia
del coron COVID-19 en México.
En el marco del Informe que se llevó a cabo en el Salón de Honor de Palacio
Nacional, con la sola presencia de periodistas, la banda de guerra y edecanes, López
Obrador adelantó que en la próxima semana anunciará un programa de inversión, en
el sector energético por 339 millones de pesos y que a PEMEX se le dará un gasto
extra de 65 mil millones de pesos para reducir su carga fiscal.
Como medidas económicas para hacer frente a los estragos de la epidemia, también
anuncio que no generará más impuestos ni aumentará la deuda pública. En ese
sentido reconoció los trabajos de la banca privada y el empresariado. “Vamos a
triunfar, vamos a seguir de pie, con nuestra dignidad”, remarcó.
Paralelamente apuntó que no habrá más despidos a los trabajadores del Estado, pero
a cambio les pidió “más entrega, más eficiencia y honestidad total”, para poder
continuar “con la transformación de México.
El que ayer domingo le mojó la pólvora al Presidente Andrés Manuel López Obrador,
fue el presidente de la COPARMEX, Gustavo de Hoyos, el que muy a su estilo
personal dijo que en México hace falta un verdadero estadista que tome medidas
sensatas para conservar empresas y empleos, ante el coronavirus Covid-19, en lugar
de tener como prioridad obras faraónicas y apoyos de subsistencia, dijo.
Comentó que la apuesta de gran cantidad de países es mantener empresas y empleo
para que las familias tengan ingresos, producto de una labor que desarrollan con
dignidad en lugar de que tengan recursos a través de programas sociales que solo
sirven para subsistir.
Con la claridad que le caracteriza De Hoyos pidió al mandatario nacional que
rectifique, actúa como estadista, tome las medidas sensatas “y asuma el carácter de
Jefe de Estado, que por encima de su proyecto personal” y apoye a las empresas,
porque en realidad será apoyar a familias de una manera duradera.
Luego expuso que el Mandatario no quiso dialogar con los representantes de los
sectores productivos del país. “Se ha negado a escuchar, a realizar un ajuste
razonable a su agenda política en función de las circunstancas y a modificar su
discurso de polarización por uno de unidad”.
El problema es que para el titular del Poder Ejecutivo “primero son sus obras
faraónicas y solo después todo lo demás”, por ello destinará más de 50 mil millones al
aeropuerto de Santa Lucía y al Tren Maya, a lo que se suma el presupuesto de Dos
Bocas.
Lo que llamó la atención de muchos durante el fín de semana es el dirigente nacional
interino de MORENA, Alfonso Ramírez Cuélllar, haya propuesto un esquema para
superar los estragos económicos y sociales que dejará el coronavirus COVIDa-19,
mismo que incluye apoyos a las empresas con suspensión de algunas de sus
responsabilidades y devolución de impuestos, para evitar su cierre y con ello pérdida
de la planta productiva.
El planteamiento de Ramírez Cuéllar incluye la suspensión de cuotas obrero
patronales por tres meses, la devolución del IVA a las empresas, además de agilizar
el pago a proveedores del gobierno. Propuesta que obviamente no gustó a los
morenos, al grado de ver su propuesta como una traición de su parte.
El periódico El País de España publicó ayer domingo que antes de avizorar la
pandemia del coronavirus, el Gobierno de AMLO había reconocido un déficit de 120
mil médicos en México. La urgencia del momento ha llevado a la Administración a
lanzar un programa de contratación masiva de 6 mil 600 doctores y 12 mil 300
enfermeras para encarar la contingencia.
La medida anunciada éste sábado servirá de parche mientras el país avanza hacia los
días más críticos, cuando la expansión de la enfermedad será el ritmo más acelerado
y amenaza al frágil sistema sanitario que tiene el país. La amenaza ha obligado a
México a una carrera contrarreloj de 16 días para hacerse de forma exprés de un
ejército de sanitarios que estará compuesto, principalmente, por doctores jóvenes que
estén haciendo su servicio social.
Por cierto ayer Domingo de Ramos ante una plaza vacía de la basílica de San Pedro,
el Papa Francisco pidió valentía para enfrentar la pandemia del coronavirus COVID19, que ya cobró la vida de 65 mil personas en el mundo. El obispo de Roma solo
estuvo acompañado por Guido Marine, que es el responsable de las celebraciones
litúrgicas, además de un reducido grupo de auxiliares.
Lamentable que en Guadalajara varias enfermeras han sido agredidas y discriminadas
por personas que piensan que los pueden contagiar de COVID-19, empezando con
que les niegan el servicio de transporte público por el uniforme de enfermeras que
portan, por lo que la Comisión Interinstitucional de Enfermeras de Jalisco solicitó ya
la intervención de las autoridades.
En Reynosa sigue corriendo la sangre sin que haya autoridad que les haga frente a
los grupos armados que viven en los alrededores de esta ciudad fronteriza, por lo que
día con día sigue la matazón. El sábado asesinaron a siete de los empleados de un
Depósito de cerveza en la colonia Voluntad y Trabajo. Los mataron a balazos y los
remataron con el clásico “tiro de gracia” en la cabeza. Ni la SEDENA ni la MARINA
dieron la medida, pero ya se vió lo mismo con la tan cacareada Guardia Nacional. Lo
bueno es que el presidente asegura que en éste país ya se acabó la corrupción y la
impunidad, lo demás es puro cuento, verdad ?
Estudiantes de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC) de la Universidad Autónoma
de Tamaulipas (UAT) están desarrollando proyectos de hidroponía en la carrera de
Agronomía, que incluyen especies como tomate, fresas, calabazas y sandías, que
están siendo cultivados en huertas familiares, con ése método.
La alumna Neyly Yuridiana López Ramírez, del 8avo semestre de la carrera de
Ingeniería y Agronomía, se especializa en cultivos hidropónicos de fresas y sobre deli
tema comentó las ventajas de trabajar con éste sistema agrícola.
“La hidroponía consiste en cultivar en agua, ya sea con solución nutritiva, ya que ésta
ayuda a que las plantas se nutran y se desarrollen mejor”, dijo.
Agregó que el cultivo de la fresa tiene un ciclo de nueve meses, “pero lo que yo estoy
trabajando es en fresa hidroponía; el ciclo en ésta caso es de tres meses pues
extrajimos la planta en corona, pero estamos contemplando que sea de dos meses”,
apuntó. Y vamos por más.
E-mail rubenduenas15@hotmail.com
rubend@prodigy.net.mx
Discussion about this post