Sigo manteniendo la idea de que el PRI, es el padre-madre de todos los partidos políticos sin excepción y, no solo porque es el de mayor antigüedad o el que más años ha gobernado a los mexicanos, sino porque todos los gobernantes en los tres niveles, de todos los partidos, no incursionan en otro modelo que no sea el que implantó el tricolor.
Todos sin excepción en sus campañas electorales, organizaron foros, mesas, congresos, simposium… escenarios donde se supone analizan diversas problemáticas de sectores determinados, para que las conclusiones formen, presumiblemente los planes de gobierno.
La realidad es que estando en funciones del cargo para el que fueron electos, pasan unos meses sin dar a conocer lo que sería la reforma que pondrán en marcha, según las evaluaciones a las que llegaron.
En la 4T, la nueva reforma en educación empezó a dar luz el pasado domingo 23 de febrero, cuando leemos en la Revista político.com que la Secretaría de Educación Pública (SEP) estableció mesas de diálogo y trabajo con profesores y líderes de educación comunitaria para analizar los Planes y Programas de Estudio de Educación Básica ¡2020-2021!
Según el periódico El Universal, la dependencia federal a cargo de Esteban Moctezuma, inauguró los trabajos de Diálogos de la Escuela Nacional para Educadores de Jardines de Niños, con el objetivo de analizar los programas de estudio vigentes con el fin de realizar una propuesta en la selección de contenidos.
Lo mismo sucede en el caso de los Planes y Programas de educación preescolar, primaria y secundaria, con la figura de asignaturas.
El subsecretario de educación básica de la SEP, Marcos Bucio Mújica, comentó que “…este es un momento decisivo en la historia del país en donde se debe reconocer el papel del magisterio: “ahora se da un cambio de rumbo para ofrecer la mejor educación a quien más lo necesita, aplicando un modelo articulador como lo es Nueva Escuela Mexicana”.
Declaró el alto funcionario federal “…se está buscando construir de manera colectiva y consensuada los planes y programas de estudio para avanzar hacia una educación inclusiva, humanista y con cultura de la paz, que garantice los derechos humanos.”
Aplaudo desde todos los ángulos el trabajo colaborativo de las nuevas autoridades en la educación pública del país, aunque ya tienen más de 14 meses en el cargo, pero hasta ahora ¿van a realizar propuestas? Después de 14 meses de haber iniciado la administración presidencial ¿Se percatan de que deben modificar los planes y programas de estudio de la educación básica en México?
Y más sorprendente es que las declaraciones de los ‘funcionarios’ de la SEP van en el sentido de que la Nueva Reforma Educativa entrará en vigor para el próximo ciclo escolar, es decir, a menos de seis meses de inaugurar el ciclo 2020-2021 y apenas reúnen a los maestros, ¿Cómo para qué… para validar lo que ya hicieron y declaren la participación de los docentes?
¿En cuánto tiempo piensan capacitar a los profesores de aula para conocer los nuevos planes y programas? ¿En cuánto tiempo modificarán los contenidos e ilustraciones de los nuevos Libros de Texto gratuitos?
La técnica del ratito, el método al vapor, la dinámica de los maestros multiplicadores, la aplicación del ‘ahí se va’, y la dinámica de trabajar improvisando sobre la marcha, lo hemos heredado del ‘bendito PRI’, del tradicionalismo de ‘la Mafia en el Poder’.
Las clases de administración, planeación, diseño, aplicación, evaluación, etc., que aprendimos como estudiantes, todo se viene abajo con el viejo esquema del PRI, incluso el hacer reuniones altamente tediosas, donde presumiblemente los maestros participan, solo es la justificación de la inclusión ‘activa’ de los actores y la ¿correcta? aplicación de recursos financieros.
Cierro este espacio con la aceptación de que la tecnología cibernética nos recuerda aprendizajes y herencias buenas y malas. Algunas muy difíciles de superar, sobre todo porque somos producto de las políticas públicas del gobierno.
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