Desde que pusieron de moda, que el presidencialismo en su máxima expresión gobernara este país, la danza de funcionarios en las mañaneras se hace, como una parte del guion teatral, infaltable cada mañana.
Desde el Salón de Tesorería de Palacio Nacional, se ha hecho cotidiano la danza de funcionarios, de primer y segundo nivel, todos ellos, aconsejados y liderados por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Quien marca la pauta y tiempos de todo su gabinete legal y ampliado; nada pasa por encima de su escritorio, ni la opinión de su esposa, que se deslindo de opinar a favor de las mujeres.
Dirán los chairos que soy conservador, fifi o chayotero, pero mi opinión es personal, eso lo pensaba hace un año y lo sigo pensando ahora, y como ejemplo claro, están las palabras del embajador de Estados Unidos en México, Cristopher Landau, donde le dijo en su propia cara al secretario de seguridad publica, Alfonso Durazo, que en materia de seguridad era pura palabrería y nada de resultados, mucho menos acciones concretas para bajar los índices delictivos.
El deseado de PEMEX, por parte de los nuevos directivos, encabezados por Octavio Oropeza, hacen de la empresa, un nicho de bandidos y delincuentes modernos, de la nueva mafia del poder, a través de retención de pagos y de una nula operación productiva.
La salida de Carlos Urzúa, que por dignidad dejo su puesto como secretario de hacienda, puso en el pedestal a Arturo Herrera, hombre proveniente de las finanzas mundiales, desde Washington, pero nada paso, el ocupante de la Silla del Águila, sigue siendo el todo poderoso, en todos los temas, incluyendo las finanzas de este país. Y así nomas no se puede ser experto en dineros.
Se suspendieron las rondas de Pemex, donde la iniciativa privada invertiría su capital, las licitaciones para generar energía para CFE, también están detenidas, por a Manuel Bartlett, se le ocurrió cancelar contratos con los gasoductos, que la empresa productiva del estado tenia con particulares.
En la Cuenca de Burgos, zona que afecta a Tamaulipas, las empresas contratantes y que operan en la región, trabajan con el Jesús en la boca, esperando que, de buenas a primeras, se rescinda el contrato de aprovechamiento con PEMEX.
Mientras eso pasa, hasta la fecha han salido del país hacia varios puntos del mundo, 25 mil millones de dólares, propiedad de empresarios mexicanos, y que todos los días se incrementan como acarreo hormiga, hacia cuentas en el extranjero, la desconfianza en la 4T, mantiene inmóvil al sector empresarial, generando desaceleración económica.
De algo puede presumir el presidente, que se han aumentado la remesas de los paisanos en Estados Unidos, que el dólar bajo y el peso se fortaleció, que la gasolina en la frontera está más barata, pero ninguna de estas medidas, son obra del gobierno, ni del presidente y ningún funcionario, los factores de estos movimientos se dan en el ámbito de competitividad y según la ley de la oferta y la demanda, algo que este gobierno no controla, pero si presume.
Mientras está por llegar la etapa de madurez de este gobierno, 2 años de mandato, no se ve para donde correr, los caminos son estrechos y el futuro incierto, al menos que de la nada, salga una genialidad, que de a esta danza de culpables, una razón para creer.
Al tiempo.
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