Acapulco.- Cuando Stan Wawrinka entró a pista del Estadio Pegaso lo hizo concentrado en lo suyo, sin tanto protagonismo, como suele ser, tan ensimismado de lo que tenía que hacer para avanzar en su debut dentro del Abierto Mexicano de Tenis 2020.
Desde la tribuna se escuchaba una ligera reverberación cada vez que el suizo realizaba su revés a una mano, un prodigio de técnica que ha sido objeto de estudio por los especialistas y que ayer le valió ganar por 6-3, 6-7(4), 7-6(1) a Frances Tiafoe, quien se llevó los aplausos del público a casa.
El estadounidense lo obligó a ir a dos muertes súbitas en el segundo y tercer set, tuvo dos oportunidades de match point que dejó ir, la última con una bola hacia las gradas. Enfrente tenía a un joven osado hijo de emigrantes de Sierra Leona que huyeron de la guerra, que aprendió a jugar con su hermano en el centro donde su padre fue albañil.
Los aces fueron vitales en el juego de Wawrinka 35 por 5 de Tiafoe y fue así con un potente ace que firmó el partido.
“Me siento muy bien, estar aquí de regreso es increíble. Gracias por venir”, le dedicó al público que tuvo una entrada generosa en un Estadio que casi alcanzó su totalidad de 9 mil espectadores en el primer día de competencia.
Durante el fin de semana compartió con Rafa Nadal sesiones de entrenamiento, algo que usualmente hacen cuando coinciden desde que se conocen en juniors. Mañana conocerá a su próximo rival entre Radu Albot y Pedro Martínez Portero.
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