Tras la conmoción inicial, la sed de justicia. Días después de que la famosa expatinadora artística francesa Sarah Abitbol revelara en un libro que fue violada en numerosas ocasiones por su entrenador, Gilles Beyer, cuando era menor de edad, la ministra francesa de deportes, Roxana Maracineau, ha pedido la cabeza del presidente de la federación de patinaje:
“El presidente de la Federación Francesa de Patinaje, Didier Gailhaguet, no puede desentenderse de sus responsabilidades morales y personales. Por lo tanto, le he pedido que asuma todas sus responsabilidades y que renuncie a su cargo de Presidente de la Federación Francesa de Deportes sobre Hielo”, anunciaba el lunes en una rueda de prensa.
Aunque Gailhaguet no ejercía el cargo cuando ocurrieron los hechos, a principios de los años noventa del siglo pasado, se le reprocha de haber mantenido en su puesto a Beyer cuando una década más tarde fue denunciado por otra patinadora y sus padres:
“Los primeros responsables son aquellos que permitieron que estas acciones tuvieran lugar. Por supuesto, me gustaría citar al Ministerio y al Ministro de Deportes en ese momento. Su incompetencia, sus numerosos cambios de opinión, hicieron del deporte sobre hielo un mundo en el que los menores pueden ser campeones, por lo tanto, más vulnerables. Ellos deberían haber sido tratados y apartados”, es defendía Gailhaguet, quien ofrecerá una rueda de prensa este miércoles en la que despejará las dudas sobre si dimitirá o no.
Sarah Abitbol, que fue campeona de Francia en diez ocasiones, ha querido romper con su libro la ley del silencio, que, asegura, reina en el deporte ante este tipo de agresiones.
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