La gripe o influenza cambia todo el tiempo. Sus mutaciones suelen tomar por sorpresa incluso a los especialistas, pero este año el comportamiento del virus ha llamado especialmente la atención. Investigadores y autoridades sanitarias se preparan para lo que podría ser una temporada complicada, impulsada por una nueva variante que ya circula con fuerza en varios países.
De acuerdo con expertos, la versión dominante de la influenza en Estados Unidos es actualmente la H3N2, específicamente el subclado K. Aunque la H3N2 no es nueva, este subclado sí lo es y presenta varias mutaciones que la diferencian de versiones anteriores. Esto hace que sea distinta a lo que se había visto antes. “prima de lo que siempre hemos tenido”, explicó Scott Roberts, profesor adjunto de enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de Yale.
Por ahora, no está claro si esta variante provoca cuadros más graves que otras versiones de la H3N2. Así lo señaló Scott Hensley, profesor de microbiología de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, quien estudia la influenza. Sin embargo, advirtió que el virus podría propagarse con mayor facilidad que en otros años, lo que se traduciría en un mayor número de infecciones. Esto se debería, en parte, a que la variante podría evadir mejor la inmunidad generada por vacunas previas o infecciones anteriores.
La preocupación no es menor. La temporada de gripe pasada fue la más dura en casi una década. “Por lo general, no tenemos dos malas temporadas de gripe seguidas”, dijo Roberts. “Pero a muchos nos preocupa que con esta nueva cepa del subclado K, ligeramente más mutada que de costumbre, podamos ver eso”.
Las señales de alerta ya se han encendido en otros países. Este año, la gripe llegó antes y con más fuerza en Japón, Australia y el Reino Unido, un patrón que suele anticipar lo que puede ocurrir en Estados Unidos. Datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades indican que, aunque los casos se mantienen dentro de lo esperado para esta época, el virus continúa expandiéndose de manera constante.
“Lo que está claro es que la actividad de la influenza está aumentando en este mismo instante”, dijo Hensley. Según el especialista, el pico de contagios probablemente se presentará entre enero y febrero, impulsado por los viajes de invierno y las reuniones de fin de año.
¿La vacuna sigue funcionando?
Ante la rápida evolución de esta cepa, han surgido dudas sobre la eficacia de la vacuna contra la gripe de este año. Aun así, los expertos coinciden en que sigue ofreciendo protección importante, sobre todo para evitar casos graves.
El laboratorio de Hensley analiza si las personas vacunadas pueden generar anticuerpos contra esta nueva variante. Los primeros resultados son positivos. “Puede que haya menos desajuste vacunal de lo que mucha gente creía en un principio”, dijo.
Datos preliminares de Inglaterra también apuntan en esa dirección: la vacuna mostró una eficacia de entre 70 y 75 por ciento para prevenir hospitalizaciones por gripe en niños, y de entre 30 y 40 por ciento en adultos.
Por ello, los especialistas insisten en la importancia de vacunarse. Hacerlo reduce el riesgo de enfermedad grave, señaló Seema Lakdawala, profesora asociada de microbiología e inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad Emory.
Síntomas, prevención y tratamiento
Aunque la vacuna es la principal herramienta de protección, los médicos recomiendan no bajar la guardia. “La vacuna es tu armadura”, dijo Lakdawala. “Va a evitar que te den una paliza. Pero no va a conseguir que ganes la guerra”.
Medidas básicas como lavarse las manos con frecuencia, usar mascarilla en espacios concurridos y mejorar la ventilación en interiores pueden marcar la diferencia. También se aconseja desinfectar superficies de uso común, como teléfonos, manijas de puertas y encimeras, donde el virus puede permanecer activo por más de un día.
La gripe suele aparecer de forma más abrupta que otros virus respiratorios. Muchas personas describen una sensación intensa y repentina, acompañada de fiebre, congestión, escalofríos y dolores corporales. Distinguirla de otras infecciones respiratorias sin una prueba puede ser complicado, pero ya existen pruebas caseras que detectan tanto covid como influenza.
Estos resultados pueden orientar sobre la conveniencia de iniciar un tratamiento antiviral, como el Tamiflu, que ayuda a acortar la duración de la enfermedad si se toma en las primeras etapas. En algunos casos, los médicos también recetan antivirales de manera preventiva a personas con alto riesgo tras una posible exposición.







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