La explosión de un coche bomba enfrente a la comandancia de la policía comunitaria de Coahuayana, Michoacán, no se trató de un acto terrorista, sino fue por una confrontación entre líderes de un grupo criminal de la región, aseguró el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.
“No es el primer evento que se usan explosivos este año, precisamente en esta zona. Esta es una pugna entre un grupo afín al Cártel Jalisco y a otro grupo que son cárteles unidos de dos personas líderes que están en la zona muy específico, que fue una pugna no fue un ataque directo a la Policía cComunitaria que está vinculado con uno de estos líderes”, manifestó.
El coordinador de Seguridad nacional confirmó que se trata de las células afines al Cártel de Jalisco, Cártel de Tepalcatepec y Cárteles Unidos.
García Harfuch explicó que el conflicto entre los cárteles se debe a que los líderes buscan el control territorial, ampliar actividades de extorsión, trasiego de droga y tráfico de armas.
El secretario puntualizó que el coche bomba en Michoacán fue por una pugna entre dichos grupos delincuenciales y negó que fuera un ataque terrorista, ya que no tuvo objetivos “políticos, ideológicos, religiosos o sociales”.
“Son dos personas que pertenecen a un grupo delincuencial. Son dos grupos delictivos, células afines al Cártel Jalisco, Cártel de Tepalcatepec, Cárteles Unidos y que también muchas veces han agredido a policías comunitarios”, expuso.
Tras el atentado, la Fiscalía General de la República (FGR) informó que se había iniciado una carpeta de investigación por el delito de terrorismo. Posteriormente, la fiscalía dirigió la investigación a la fiscalía en Materia de Delincuencia Organizada.
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