El espacio de hoy inicia con amplia felicitación para los organizadores de la jornada cultural en el Planetario de Cd. Victoria, “Ramiro Iglesias Leal”, denominada “Noche de Estrellas: Entre Estrellas y Átomos”.
Fue el sábado 29 de noviembre cuando se proyectaron documentales, teatro guiñol, conferencias como ‘Un Viajero Interior Cruza el Sistema Solar’; también hubo observación astronómica; talleres científicos; juegos; camping; artesanías y experimentos; todos en relación al espacio sideral.
La invitación y conducción de esta interesante jornada astral estuvo a cargo del Físico José Barral Caballero quien anunció por redes sociales la entrada gratuita para toda la familia victorense.
Entrando al tema político, llamó la atención la columna del periodista Martín Díaz sobre la puesta en marcha del “Lalo Bus”, un transporte de pasajeros gratuito con exclusividad para estudiantes de la capital tamaulipeca.
En teoría o “…en papel, es una buena noticia…” porque en época de clases debe ayudar a la economía familiar porque reduce los gastos al facilitar el traslado a las escuelas y universidades.
Aunque el Lalo Bus no es el problema. El problema es el alcalde cuando hace gala de bondad y atinada política que lo hace ver como si fuera un acto de bondad y no una obligación mínima de un gobierno con una ciudad llena de necesidades.
La incompatibilidad que se identifica es que “…no estamos frente a una política pública planeada, revisada y pensada para crecer. Estamos frente a una ocurrencia que se volvió proyecto por una casualidad, una llamada y una frase que retrata por completo el estilo de gobierno…” registra acertadamente el comunicólogo Martín Díaz.
Pudiera pensarse que nuevamente el gobierno PRIÍSTA, ahora de serio color, se dirige a un empresario para que “copele” como un ejercicio de poder, donde el sistema ¿pide? a los empresarios y que deben corresponder.
Aunque la nota del periodista dice lo contrario, cuando registra que los “…empresarios no le han pedido nada…” Y llega el autobús de Lalo Osuna, lo que se interpreta como un favor que tendrá repercusiones a futuro.
Además, por el momento en que llega la unidad de transporte público, se infiere que en el presupuesto 2026 no están contemplados los gastos ni de gasolina o mantenimiento de este transporte de estudiantes. Además, es UNA sola unidad ¿y la rutas? ¿Cuántos estudiantes sentados y/o de pie se calculan por viaje?, ¿Cuántos viajes matutinos, vespertinos y nocturnos? Lo que da pie a la ‘ocurrencia’.
Es claro que no hay inversión del ayuntamiento para la adquisición de la unidad. Es una donación del empresario de Transpaís. Desde luego no existen trámites de autorización y desarrollo económico y mucho menos de reglas claras para la operación adecuada.
Se infiere habrá favores y ahí pudieran estar los focos rojos de la política y ése alcanzara ser el verdadero tema central y no los beneficios económicos de la comunidad de la capital del estado. Ahí está el futurismo que busca Eduardo Abraham.
No se obvie que la última elección local, Lalo Gattás no ganó la encuesta interna de su nuevo partido político, Morena. Él pretendió la reelección y se movió con agilidad de tal manera que superó las expectativas hasta del ejecutivo local por lo que buscó y logró hasta imponerse al primer lugar que ocupó Jorge ‘Tico’ García.
Finalmente, el pronóstico del Lalo Bus es que será un evento para lucir, para la foto, porque los universitarios del campus Victoria de la Autónoma de Tamaulipas hasta al momento de escribir la nota, no lo han visto circular.
También admitimos que la poca o nula circulación del Lalo Bus quizá sea porque la ‘ideota’ surgió al final del semestre, cuando empezaron los exámenes ordinarios y la asistencia a clases es irregular al resto del período.







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