México enfrentará en 2026 una de las inflaciones médicas más altas del mundo, superando nuevamente el promedio de América Latina y del panorama global. Así lo revela la encuesta Tendencias Médicas Globales elaborada por Willis Towers Watson (WTW), que consultó a 346 aseguradoras y corredores de 91 países.
De acuerdo con el informe, México registrará una inflación médica de 13.5%, apenas por debajo del 13.6% estimado para 2025. La cifra coloca al país muy por encima del promedio regional, que pasará de 10.5% a 11.9%, y también supera la proyección mundial de 10.3%. Para especialistas, este repunte confirma un patrón sostenido de incremento en los costos de salud, especialmente en el sector privado.
WTW señala que el principal impulsor de los precios son las nuevas tecnologías médicas, mencionadas por 74% de las aseguradoras. Le siguen el deterioro de los sistemas públicos de salud y el aumento en los costos farmacéuticos. Estas tendencias, dice la consultora, muestran cambios profundos en la manera en que se presta y se financia la atención médica.
La encuesta revela además que América Latina será la región más afectada, con aumentos generalizados en todos los servicios. En 2026, los costos de farmacia serán los de mayor impacto para las aseguradoras en la zona. Entre los factores que presionan al alza se encuentran los aranceles, la interrupción de cadenas de suministro, el encarecimiento hospitalario y el aumento de las primas de seguros.
Uno de los grupos más vulnerables frente a la inflación médica en México son los adultos mayores. La Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) advierte que este segmento es el que más resiente el incremento por su riesgo actuarial elevado. Tan solo en 2024, las personas de 60 a 64 años gastaron 4.4 mil millones de pesos en seguros médicos individuales; quienes tenían entre 65 y 69 años destinaron 4.3 mil millones.
El organismo alerta que el aumento de primas podría reducir el alcance de las coberturas o incluso provocar cancelaciones por falta de capacidad de pago. Esto derivaría en mayor gasto de bolsillo y presión financiera para las familias que enfrentan enfermedades o accidentes. De hecho, las reclamaciones en seguros de gastos médicos crecieron 11.5% el año pasado, impulsadas por el encarecimiento hospitalario.
Como respuesta, WTW recomienda a empleadores y aseguradoras adoptar estrategias de gestión más sólidas: fortalecer la cobertura de salud mental, ampliar programas de prevención del cáncer, promover la detección temprana, flexibilizar prestaciones y aumentar la educación financiera en salud para los trabajadores.
Con un panorama de costos al alza, la inflación médica en México se consolida como uno de los mayores desafíos estructurales para el sistema de salud en 2026.
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