Con documentos irrefutables queda demostrada la existencia de una conjura contra gobierno y pueblo de México por parte de la ultraderecha de largo historial de traiciones, golpes de estado y crímenes políticos. El operativo que incluye a organizaciones internacionales está coordinado y financiado por el PAN y conocidos capitalistas y grupos contrarios al nuevo proyecto de nación.
Las pruebas señalan que funcionarios panistas como Alessandra Rojo de la Vega y Mauricio Tabe, responsables de las alcaldías capitalinas Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, financiaron la movilización del pasado 15 de noviembre y obligaron a participar a comerciantes ambulantes bajo la amenaza de retirar permisos si no colaboraban. Y deje que en ello estuvo de acuerdo el dirigente de la agrupación, un tal Rubén Jiménez Barrios quien además forma parte de la dirigencia del PRI. Sea que también tricolor está metido en el ajo.
Más evidencias apuntan al promotor de marchas Edson Saúl Andrade Lemus, de creciente fama que ocupara amplios espacios en los medios de comunicación afines a la minoría rapaz quien presuntamente convocaba a jóvenes “por la seguridad”, cuando en realidad llamaba a utilizar la violencia “contra las malditas reformas del mal gobierno que nos daña a todos”, según sus palabras.
Y resultó que este Edson Saúl recibe millonarias cantidades de dinero por el manejo de redes sociales del PAN. El respectivo contrato es del dominio público y además aceptado por la líder capitalina de dicho partido Luisa Gutiérrez. Con otra, también sirve a diversos integrantes de la legislatura azul, tarea por la que recibe una “lana” aparte. Tan culpable es el sujeto de marras que decidió huir del país porque sabe, bien que sabe, que en los delitos resultantes de la pasada marcha buena culpa le corresponde.
Hay muchos otros nombres y apellidos involucrados, aunque lo mero importante es el descubrimiento de este complot que tendrá consecuencias graves para quienes suponen que el uso de la fuerza es el camino para destruir instituciones y lograr renuncias de gobiernos legalmente constituidos. Lo que sigue tiene que ver con la firmeza de las autoridades para llevar a juicio a los provocadores sin importar tendencia política o importancia empresarial. Se trata de salvar a la nación que no es cualquier cosa.
Lo anterior nada tiene que ver con que México oficialmente ya está considerado como país del fútbol. Así fue declarado en reciente “mañanera” por la mismita Claudia Sheinbaum quien decretó su práctica desde los primeros niveles educativos con carácter de obligatoria.
En este sentido usted dirá que significa reconocer que es el deporte que más fanáticos reúne y pue-que tenga razón, sin embargo, estará de acuerdo que también es el gran negocio de mafias a las que solo importa el dinero.
También estará de acuerdo en que el fútbol profesional está plagado de extranjeros que llegan a ocupar plazas que debieran ser para mexicas. En este caso no extraña la “nacionalización” de algunos que, de este modo, aparte de lograr jugosos contratos, hasta tienen el cinismo de integrar la “selección nacional” que, dicho sea de paso, nomás sirve pa’ dar vergüenzas. Y ni modo que sea invento.
El asunto es que el supremo gobierno apoya abiertamente el negocio del fútbol cuando lo que debiera hacer es prohibir la venta de alcohol en los estadios evitando así zafarranchos y agresiones que incluso provocan muerte de inocentes. AMLO ha de estar que se “lo lleva el tren”. Recordad que es beisbolista de corazón. Ora si doña Claudia no podrá negar “su deslinde” del ex Presidente tal cual desea la oposición. Hasta ha de creer.
SUCEDE QUE
El próximo dos de diciembre habrá nuevo(a) titular de la Fiscalía. ¿Regalo de Navidad anticipado para los tamaulipecos?. “Se me hace muy ojona pa´que sea paloma”, como dijo aquel…le voy a Miguel Gracia.
Y hasta la próxima.
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