Con la instalación o toma de protesta de los nuevos magistrados y magistradas del Poder Judicial de Tamaulipas, los primeros electos a través del voto popular (con gran ayuda de acordeones), ahora si el gobernador, Dr. Américo Villarreal Guerra, tiene el poder pleno.
Es decir, además de ser el jefe del Ejecutivo Estatal, tiene aliados en los otros dos Poderes del Estado, el Legislativo y el Judicial.
Una mayoría morenista en el Poder Legislativo con 25 integrantes del partido Morena y uno prestado al Partido del Trabajo, para hacer 26 de los 36 que conforman el Congreso del Estado.
Y los 15 magistradas y magistrados del nuevo Poder Judicial Estatal, que preside desde ahora la abogada Tania Gisela Contreras López, quien antes fue la titular de la Consejería Jurídica del Ejecutivo.
Con Tania llegan al Pleno del Supremo Tribunal de Justicia del Estado Griselda Vázquez García, Guillermina Reynoso Ochoa, Teresa Blanco Alvizo, Minerva Cáceres Vázquez, Oscar Alberto Lara Sosa, Raúl Robles Caballero, Adrián Sánchez Salazar, Esteban Etienne Ruiz e Ignacio García Zúñiga.
Mientras que, al Tribunal de Disciplina Judicial, antes Consejo de la Judicatura, cinco magistradas y magistrados más: Ludivina Aldape Garfias, Alma Gámez Huerta, Rosa Cavazos Balboa, Luis Uvalle Loperena y Juan Castillo Quintanilla.
En el pasado quedaron quienes llegaron avalados por el Congreso azulado a propuesta del entonces gobernador de origen panista Francisco García, entre ellos Mauricio Guerra Martínez, Andrés González Galván, Noé Sáenz Solís, Aarón Medina Ladrón de Guevara, María del Rosario Garza Hinojosa, Gloria Garza Jiménez, Omeheira López Reyna, José Alejandro Durham Infante, Alejandro Salinas Martínez, Oscar Cantú Salinas, David Cerda Zúñiga y el institucional Hernán de la Garza Tamez.
Aunque se trata de Poderes Independientes de acuerdo al mandato constitucional, la afinidad grupal o partidista, genera vínculos que dan cercanía y abren puertas para una mayor gobernanza por la vía institucional, que esperemos no se convierta en una supeditación que vulnere la independencia y tuerza la impartición de justicia.
Siempre hay esos riesgos por los apetitos de poder totalitario, que no debe ser el caso, pues apenas se dale de una situación de esas características con uso y abuso discrecional de la administración de la justicia, mal vista por la sociedad tamaulipeca.
Mientras tanto, en el Poder Legislativo, la mayoría morenista está formada por los diputados y diputadas siguientes: Humberto Prieto Herrera (presidente de la Junta de Gobierno), Marcelo Abundiz Ramírez, Blanca Anzaldúa Nájera, Francisca Castro Armenta, Byron Cavazos Tapia, Silvia Chávez Garay, Francisco Cruz Martínez, Claudio de Lija Hinojosa, Magaly Deándar Robinson, Elvia Eguía Castillo, Marco Gallegos Galván, Víctor García Fuentes, Francisco Hernández Niño y Laura Huerta Valdovios.
Así como, Yuriria Iturbe Vázquez, Cynthia Jaime Castillo, Lucero Martínez López, Katalyna Méndez Cepeda, Alberto Moctezuma Castillo, Sergio Ojeda Castillo, Gabriela Regalado Fuentes, Eva Reyes González, Úrsula Salazar Mojica, Isidro Vargas Fernández y Armando Zertuche Zuani; además del petista (prestado) Eliphaleth Gómez Lozano.
Son 25 morenistas, luego de la conversión de las tres ex diputadas del PVEM (prestadas también), quienes regresaron al redil morenista. Más 1 del PT, suman 26 de los 36 que integran la asamblea legislativa del Congreso del Estado de Tamaulipas.
Contar con el respaldo por el origen político de sus integrantes, da confianza para la gobernanza o gobernabilidad del Estado de Tamaulipas, de tal forma que ahora ya no hay impedimento para que las cosas caminen mejor en Tamaulipas.
Tampoco justificación de obstáculos o muros de protección o blindaje que se quedaron de herencia del pasado reciente.
Además, la sintonía que existe entre el Poder Ejecutivo Estatal con el Federal a cargo de Claudia Sheinbaum Pardo, y los Poderes Legislativo y Judicial, así como la mayoría de os Ayuntamientos de Tamaulipas, sin duda tendrían que incidir para que a Tamaulipas y sus Regiones les vaya más que bien.
Habrá que estar vigilantes para que estas circunstancias que en el tablero político permiten trazar escenarios positivos, puedan traducirse en realidades.
La tarea, aunque aparenta, no es fácil, pero sería más difícil que a Tamaulipas le vaya mal en este panorama de alineamientos sin igual en la historia de la entidad.
Américo Villarreal Anaya está obligado a entregar muy buenas cuentas en esta segunda etapa de su periodo constitucional.
Veremos y diremos, si Dios presta vida y salud.
Que tenga usted muy buen inicio de octubre.
Y a darle duro a nuestros quehaceres, porque construir el progreso de Tamaulipas es tarea de todos y no solo de los gobernantes.
Excelente miércoles.
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