Se presenta ante el pleno legislativo iniciativa con proyecto de decreto por el que se derogan y reforman diversas disposiciones del código penal para el Estado de Tamaulipas en materia de homicidio en razón del parentesco.
Comete el delito de homicidio en razón del parentesco el que dolosamente prive de la vida a cualquier ascendiente o descendiente consanguíneo en línea recta, hermano, cónyuge, conviviente, compañero o compañera civil, concubina o concubinario, adoptante o adoptado, o persona que esté bajo su legal cuidado, sabiendo el responsable el parentesco.
Al responsable del delito de homicidio en razón del parentesco se le impondrá una sanción de cuarenta a sesenta años de prisión.
Lucero Martínez López, diputada local y promotora de la acción legislativa, indica en su exposición de motivos que la figura del homicidio en razón del parentesco ha sido objeto de reformas legales, particularmente en relación con la desaparición de las figuras del parricidio e infanticidio. La reforma actual tiene como objetivo consolidar estas figuras bajo el concepto más amplio de homicidio en razón del parentesco o relación.
El homicidio en razón de parentesco es más grave porque viola los lazos familiares, que implican confianza, respeto y deberes especiales. El derecho penal considera que la privación de la vida de un pariente cercano conlleva una mayor violación de los fundamentos de la sociedad y una mayor traición a la confianza que se espera entre miembros de una familia.
El homicidio en razón de parentesco, como parricidio (matar a un ascendiente o descendiente en línea recta), uxoricidio (matar al cónyuge), o fraticidio (matar a un hermano), es más grave porque rompe los vínculos de confianza y afecto que deben existir entre familiares, expresó la diputada local.
Lamentables son los casos que ocurren tanto en México como en nuestro estado, tal como el acontecido en el sur de Tamaulipas donde una pequeña de dos años perdió la vida al parecer a manos de sus propios padres. Además de que existen casos en que los menores se encuentran bajo el cuidado legal de persona adulta, y lamentablemente fallecen en manos de quienes tienen la responsabilidad de velar por ellos.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), entre 2012 y 2017 fueron asesinados casi 2 mil 600 menores de 15 años, 42 por ciento de ellos a manos de algún familiar, en sus hogares o por maltrato, aseveró en tribuna.
Por lo tanto, adecuar este nuevo concepto permitiría proteger una variante de relaciones familiares, ampliando los conceptos a quienes tienen vínculos por afinidad, consanguíneos, ascendientes y descendientes, estableciendo un mayor marco de protección para todas las personas, incluyendo mujeres, niñas y niños, puntualizó.
La iniciativa fue enviada a las comisiones legislativas de justicia y estudios legislativos segunda.







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