Alberta, Canadá (16 de junio de 2025).- En el arranque de la Cumbre de Líderes del G7, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó sin presentar pruebas que la mayoría de los manifestantes que protestaron la semana pasada en Los Ángeles contra su política migratoria no eran originarios ni de esa ciudad ni del estado de California.
Durante su encuentro bilateral con el primer ministro de Canadá, Mark Carney, Trump confirmó que ha girado instrucciones para intensificar operativos de control migratorio en grandes ciudades del país, particularmente aquellas gobernadas por el Partido Demócrata.
“Miren lo que ocurrió en Los Ángeles. Mucha de esa gente no era de Los Ángeles. No era de California”, declaró ante medios de comunicación durante una rueda de prensa informal desde el resort de Kananaskis, en la provincia canadiense de Alberta.
El mandatario estadounidense reiteró su intención de focalizar las acciones migratorias en las llamadas “ciudades santuario”, a las que responsabilizó de permitir la presencia de inmigrantes indocumentados y de favorecer la criminalidad. “Vean Nueva York, vean Chicago… vean cómo la ciudad ha sido invadida por criminales”, señaló.
Un día antes, a través de un mensaje en la red social Truth Social, Trump ya había adelantado que su administración priorizaría las redadas migratorias en centros urbanos controlados por gobiernos demócratas, decisión que ha sido cuestionada por autoridades locales y estatales, quienes acusan un uso político de las agencias de seguridad federal.
Gobernadores y alcaldes demócratas han denunciado que este tipo de medidas buscan intimidar a las comunidades migrantes y desincentivar la protesta social, además de representar una amenaza para los derechos civiles y la autonomía local en materia de seguridad pública.
La postura del presidente estadounidense se da en un contexto electoral en el que el tema migratorio ha vuelto a tomar protagonismo en el discurso de su campaña rumbo a las elecciones de noviembre.







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