Los de la coalición

Como si se viviera un escenario de incertidumbre o de mucha competencia por la candidatura del Partido
Movimiento de Regeneración Nacional, PMRN, a la sucesión gubernamental de Tamaulipas, los de la coalición que postula a Américo Villarreal Anaya como candidato, debieron de salir a aclarar éste es el candidato y que no hay más.

De la impresión que los movimientos que llevan a cabo personales como el ciudadano evil de la capital del país,
Alejandro Rojas Díaz, en realidad puso a dudas a los simpatizantes de regeneración sobre el cambio de candidato o bien que la postulación de la exalcaldesa de Reynosa Maki Ortiz todavía pudiera ser, si en realidad esa etapa del proceso ya pasó y hagan cuanto hagan quienes desafían la determinación de Mario Delgado Carrillo ya no sirve.

Mejor sería que los tres representantes de los partidos de la coalición regeneracionista, Arsenio Ortega Lozano el
PT, Karl Heinz Becker Hernández del Verde Ecologista y Ernesto Palacios Cordero, estuvieran bien metidos en los
eventos del candidato Villarreal Anaya, ya que, una de las faltantes del Senador con licencia en su peregrinar por la entidad, fue la presencia de los encargados de los partidos.

Esa debilidad que muestran los partidos como organizaciones que son, es quizá aquello que anima a los que fueron precandidatos a mantener vive la ilusión de que todavía se mueve alguna posibilidad de cambio de candidato, que, en apego a la reglamentación electoral se puede hacer hasta por allá el mes de mayo.

Que los de la coalición hayan salido tratar de parar en seco las extrañas versiones que ponen en dura el acuerdo
tomado por la dirigencia nacional de Regeneración, también es un indicativo de que pudiese existir un juego sucio de quienes no quedaron para descalificar al llamado candidato único y propiciar el crecimiento de aquellos que son postulados por los partidos de la competencia.

Obvio, sonaría extraño que Rojas Díaz, pese a ser un detractor del régimen panista que hay en la entidad, actuara
en sentido contrario al partido que se supone pertenece, el PMRN, pero, al mismo tiempo del que reniega, porque sus propuestas ni siquiera fueron escuchadas por el dirigente Delgado Carrillo, a pesar de contar con la anuencia de padrino, el Senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta del Congreso de la Unión.

Palacios Cordero uso recursos lingüísticos de mucha potencia para evitar que se oscurezca la candidatura del
doctor Villarreal Anaya, como eso de que, nadie en la entidad se dejará engatusar por aquellos que cuestionan la
candidatura y porque ya se tiene al indiscutible y candidato único que es el Senador regeneracionista.

Además, hizo ver que es un candidato imbatible y que pone nerviosos a los competidores del PMRN, además, se va de bruces con señalamiento de unidad en todos los niveles de su organización, es decir, la gente, los comités y la estructura, cuando, en realidad la mejor estructura de los de la coalición la tiene el Partido Verde Ecologista.

Por cierto, es una estructura construida por el expresidente anterior en la entidad, Ricardo Gaviño Cárdenas, quien ahora está en el primer equipo de trabajo del candidato de la otra coalición, la de Va por Tamaulipas que postula el ingeniero César Verástegui Ostos.

Aclarados todos los puntos, ya nada ni nadie puede debilitar o cuestionar la postulación que hizo la dirigencia
nacional, por tanto, solo queda la pena de que los de la coalición deban de salir a parar en seco a los mismos de su partido que están inconformes porque no fueron ellos los elegidos.

Los otros.

Altamira está como Ciudad Victoria, los habitantes se cansarán del cuento de las cosas que se harán las
autoridades municipales para mejorar la calidad de los servicios públicos y de la vida en general, porque también
requieren soluciones inmediatas, esto es, si el problema de la basura y en ambos municipios es la falta de camiones recolectores, que se compren y ya.

Si el asunto es presupuesto para realizar campañas intensas de bacheo por el mal estado en que se encuentras las calles de ambas ciudades, que se destine el dinero necesario para ello y se contrate a las personas expertas en
hacer un buen trabajo Tampoco los alcaldes, Armando Martínez Manrique y Eduardo Gattás Báez de Altamira y Ciudad Victoria de manera respectiva, no pueden andar con el cuento de que podrán apoyar a los padres de familia para que las escuelas puedan funcionar ya al cien por ciento, cuándo en realidad ni tienen una partida de recursos que puedan ser usados para algo así y que quede claro que ni la federación ni el estado se echarán la responsabilidad de arreglar todos los desperfectos que hay en los edificios escolares para decir que están en condiciones de ser usados sin preocupación alguna.

Desde luego, nadie quiere que suceda como en Nuevo Laredo, porque los maestros y padres de familia solicitaron su apoyo para resolver necesidades de infraestructura en las escuelas, pero, solo les dijo que verá como apoyarlos, pero, no les dijo ni como ni cuándo, solo quedó muy formal de otorgarles apoyo en materia de medidas sanitarias, dándoles cubrebocas y gel antibacterial para evitar contagios entre alumnos y maestros.

La alcaldesa Carmen Cantú Villarreal, fue a varias escuelas por el inicio de las clases presenciales y aunque
aguantó vara, por las demandas que le plantearon, en cuándo pudo casi salió corriendo ya que, solo puede
ayudarlos con gel y cubrebocas

Les dio recomendaciones que eviten contagios de COVID-19 y les dijo que se trata de que haya educación segura, pero nunca dijo que podría enviarles dinero para reparar las instalaciones de agua potable, drenaje o cambiar vidrios.