La joven mexicana Sofía García marcó un nuevo logro para el talento científico del país al obtener el primer lugar en el International Air and Space Program de la NASA, gracias a un proyecto basado en PET reciclado con nanotecnología para proteger a los astronautas de la radiación. Su participación comenzó en abril de 2025 y, tras superar filtros y entrevistas, viajó el 10 de noviembre a las instalaciones de la agencia aeroespacial para una semana de entrenamiento especializado.
Un proyecto para mejorar la comunicación entre Marte y la Tierra
Durante su estancia, García y su equipo desarrollaron una solución innovadora para enfrentar uno de los mayores desafíos de la exploración espacial: el retraso de comunicación entre Marte y la Tierra, el cual puede alcanzar hasta 22 minutos. Este lapso crítico se vuelve un riesgo en situaciones de emergencia, pues impide una respuesta inmediata.
La propuesta del equipo consistió en una inteligencia artificial capaz de identificar emergencias, analizarlas y enviar instantáneamente la información esencial al personal en la Tierra. Aunque la distancia no permite acortar físicamente el retraso, esta herramienta agiliza la comprensión del problema y acelera la toma de decisiones. Según García, este tipo de soluciones representan un avance crucial para futuras misiones interplanetarias.
Un grupo de jóvenes que impulsa la ciencia mexicana
El equipo de Sofía está integrado por jóvenes de 18 a 25 años, estudiantes de áreas como biociencias de la salud, ingeniería mecatrónica, robótica, mecánica y biotecnología. Esta diversidad académica permitió fortalecer el proyecto con perspectivas científicas complementarias.
La estudiante destacó el apoyo recibido para llegar hasta este programa: “Estoy muy agradecida con todas las personas que me apoyaron. Nada de esto hubiera sido posible sin mis patrocinadores y quienes donaron para mi viaje”.
Un reconocimiento al esfuerzo y a la inspiración científica
El programa internacional de la NASA acepta únicamente a 75 participantes de todo el mundo, lo que convierte este logro en un hito para la representación mexicana en la ciencia. García subrayó la importancia de compartir historias que inspiren a otros jóvenes: “Escuché de personas que habían participado y logrado cosas grandes. Eso me abrió la ventanita de que sí es posible cumplir tus sueños”.
Este logro no solo celebra el trabajo de una joven científica, sino que también impulsa el reconocimiento del talento mexicano en la NASA y motiva a nuevas generaciones a involucrarse en proyectos de alto impacto.
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