Ciudad de México (27 de diciembre de 2025).- Lo que comenzó como un movimiento estratégico en San Luis Potosí está cruzando la frontera estatal para instalarse en territorio tamaulipeco. La reciente declaración de independencia del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) de cara a 2027 ha encendido las alarmas en la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, revelando que la luna de miel con Morena enfrenta su crisis más severa por el control del territorio.
El detonante: La “Ley Ruth” y la rebelión de los aliados
La postura del senador Luis Armando Melgar, quien afirmó que el Verde “escapará a la lógica de subordinación” y rechazó la filosofía de “partido único” que intentan imponer los grupos duros de Morena, ha resonado con fuerza entre la militancia tamaulipeca.
En San Luis Potosí, el gobernador Ricardo Gallardo ya trazó la ruta: ir solos en 2027 para retener la gubernatura con la senadora Ruth González mediante la polémica “Ley Esposa”. Este mensaje de “músculo propio” ha servido de combustible para los cuadros del PVEM en Tamaulipas, quienes empiezan a cuestionar si el precio de la alianza es su propia relevancia política.
Tamaulipas: Un escenario de tensiones acumuladas
En el estado, la relación entre ambos partidos no es distinta. Mientras Morena se percibe como la fuerza hegemónica que “hace el favor” de incluir a sus aliados, el PVEM en Tamaulipas ha comenzado a reclamar espacios que considera propios, argumentando que su crecimiento electoral fue clave en los últimos comicios.
Puntos de fricción clave en la entidad:
- La hegemonía de los “Puros”: Al igual que a nivel nacional, los grupos fundadores de Morena en Tamaulipas ven con desconfianza el crecimiento del Verde, acusándolos de ser un refugio para perfiles de la “vieja política”.
- Negociación de “Iguales”: Siguiendo la línea de Melgar, el ala tamaulipeca del PVEM busca dejar de ser el “hermano menor” para exigir candidaturas de peso en municipios clave y distritos locales en las próximas elecciones.
- Estrategia 2027: El precedente potosino de mantener la alianza solo para la Cámara de Diputados pero competir por separado en lo local abre una puerta que el Verde Tamaulipas ya empieza a explorar para medir su fuerza real.
¿Hacia un divorcio anunciado?
La retórica de “no tener miedo a una ruptura” lanzada por el senador Melgar pone a Morena en una posición incómoda. Si el Verde decide replicar el modelo potosino en otras entidades como Tamaulipas, la “Cuarta Transformación” podría enfrentar una fragmentación del voto que beneficiaría a la oposición.
“Los grupos duros de Morena están enviando un mensaje de que su filosofía es la de un partido único, no es de negociar”, sentenció Melgar.
Por ahora, la alianza se mantiene en el papel, pero el espíritu de confrontación es evidente. El PVEM ya no busca solo acompañar; busca gobernar, y San Luis Potosí es el espejo donde Tamaulipas podría reflejarse muy pronto.







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