Para nadie, con un poco de interés en la política, es desconocido el tema del conflicto entre los vecinos Gringos y los venezolanos de Nicolás Maduro, sobre todo después de que el presidente Donald Trump asignó como ‘Organización Terrorista Extranjera’ al régimen venezolano.
Como consecuencia de lo anterior, Estados Unidos ordenó bloquear todos los barcos petroleros que entren o salgan de Venezuela, por lo que la presidente Claudia Sheinbaum Pardo hizo un llamado a las partes para iniciar un diálogo con la intención de que no se llegue a la intervención extranjera en Venezuela.
Además, la presidente mexicana exigió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) asumir el papel que le corresponde para evitar cualquier derramamiento de sangre, argumentando que “no se le ha visto al organismo internacional”.
La jefe del Ejecutivo mexicano señaló que “…más allá de las opiniones sobre el régimen del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, la posición de México siempre debe ser el exhorto a la solución pacífica de los conflictos y diálogo por la paz.”
Lo anterior se interpreta como una posición parcial de la mexicana, cuando argumenta “más allá de las opiniones sobre el régimen…” pues en base a eso mismo resulta insulsa una opinión sobre la solución pacifista entre los conflictos y diálogos de paz.
Sin embargo, es válida la posición Constitucional de México en la no intervención, no injerencia extranjera, autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias.
El llamado de México a la ONU es para que asuma su papel, porque no se le ha visto asumir su papel para evitar cualquier derramamiento de sangre y que, sobre todo, se busque siempre la solución pacífica de los conflictos.
La presidenta Claudia Sheinbaum no descartó un acercamiento con los presidentes de América Latina para buscar la paz en la región, e incluso ofreció a la comunidad internacional para que México pueda ser el árbitro, el punto de negociación.
“Es indispensable garantizar la paz y la soberanía de los pueblos, que no solamente es la Constitución mexicana, sino los fundamentos también de los tratados internacionales y del fundamento de la Organización de Naciones Unidas”, insistió Claudia Sheinbaum.
MALA EDUCACIÓN
El periodista Armando Yeferson de Publímetro México, recientemente publicó sus reflexiones sobre el Retroceso de la Educación Mundial donde destaca que en México 4 de cada 10 jóvenes no terminan el bachillerato en cualquier modalidad, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El periodista de Publímetro asegura que el sistema educativo mexicano cerró el 2025 con un saldo alarmante, pues millones de niñas, niños y jóvenes vieron vulnerado su derecho a aprender, mientras el país acumuló retrocesos históricos en acceso, permanencia y evaluación educativa.
De acuerdo con un balance de la organización “Mexicanos Primero”, el rezago educativo se profundizó en nuestro país, dado que hoy 11 de cada 100 niños en educación básica no asisten a la escuela, mientras que 4 de cada 10 jóvenes no concluyeron la preparatoria, la cifra más alta entre países de la OCDE.
Según la organización mundial, la situación se agravó por una combinación de factores: cierres escolares derivados de la violencia del crimen organizado, desastres naturales, vandalismo y una infraestructura escolar deficiente, además de la desaparición de sistemas de evaluación que durante décadas permitieron medir el aprendizaje real del alumnado.
Durante 2025 hubo cierres de planteles por violencia y no podemos los robos y actos vandálicos que dejaron fuera de operación a escuelas en más de diez estados del país, profundizando la desigualdad educativa y limitando el acceso a clases presenciales, especialmente en comunidades vulnerables.
Uno de los golpes más severos al sistema educativo fue la desaparición de Programas como ‘Mejoredu” y de órganos autónomos de evaluación, implicando la pérdida de más de 20 años de información sobre aprendizajes, señala ‘Mexicanos Primero’. También se señaló que la educación básica en México alcanzó su peor estado en diez años, por lo que el acceso a los conocimientos básicos se ubicó en su nivel más bajo desde el 2015 a la par que la matrícula en educación básica sigue cayendo.
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