LO CLARO. La realización de las jornadas “Vínculo Sur” confirma la apuesta de la Universidad Autónoma de Tamaulipas UAT por vincularse con sectores productivos y comunitarios que buscan fortalecer sus proyectos a través de herramientas técnicas y asesoría especializada.
Las distintas facultades involucradas presentaron temas que van desde modelos de negocio con propósito hasta propiedad intelectual colectiva, además de promover prácticas de economía circular y solidaria entre emprendedores, cooperativas y productores de la región sur del estado. El encuentro también abrió espacios de exhibición para productores locales, integrando así la dimensión académica con la actividad económica cotidiana.
Para la comunidad estudiantil, estas jornadas funcionan como un laboratorio práctico donde pueden observar cómo el conocimiento universitario incide en iniciativas reales. Y para la región, el anuncio de una siguiente edición enfocada en mujeres rurales de la Huasteca marca una continuidad en la línea de trabajo de la UAT. En ese contexto, el beneficio para la comunidad es tangible. La universidad amplía su radio de acción al apoyar procesos productivos locales y ofrecer acompañamiento que difícilmente encontraría en otras instancias públicas o privadas.
LO OSCURO. La salida de Alejandro Gertz Manero no fue consecuencia de un ciclo institucional ni de un relevo natural.
Su renuncia se volvió inevitable después del 24 de septiembre de 2025, cuando Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, llegó a Ciudad de México con un informe que modificó todo el esquema hasta entonces conocido. El documento, preparado por el Departamento del Tesoro y la DEA, contenía datos que en Palacio Nacional ya no podían ignorarse.
Rubio presentó cifras contundentes ante Rosa Icela Rodríguez, Omar García Harfuch, Luisa María Alcalde y el equipo de seguridad nacional. 17 empresas mexicanas vinculadas a contrabando fiscal de combustible (dos estados de la República de manera especial involucrados). Movimientos por 1,400 millones de pesos relacionados con factureras que la FGR archivó sin explicación. 270 solicitudes de cooperación internacional sin respuesta, algunas enviadas desde la administración de Biden. La punta del iceberg.
El informe se entregó formalmente el 26 de septiembre de 2025, en una mesa encabezada por el canciller Juan Ramón de la Fuente. Ese día comenzó la cuenta regresiva del fiscal.
La FGR de Gertz no avanzaba en lavado de dinero, huachicol fiscal, extradiciones prioritarias, ni en los casos que la administración de Donald Trump había catalogado como esenciales tras la designación de aquellos grupos mencionados como organizaciones terroristas (20 de febrero de 2025).
La presión aumentó cuando la Casa Blanca, a través del jefe de gabinete Stephen Miller, envió una comunicación directa a la oficina de la presidenta Claudia Sheinbaum expresando “seria preocupación” por el estancamiento en cuatro expedientes (Sinaloa, Jalisco, Tamaulipas de manera específica).
Para Estados Unidos, la falta de movimiento no era burocracia, más bien riesgo hemisférico.
Mientras tanto, dentro de México la institución se fracturaba. La delegación de Tamaulipas enfrentaba investigaciones internas por filtraciones a grupos criminales. La de Jalisco, acumulaba denuncias por manipulación de expedientes. En la Ciudad de México, mandos cercanos a Felipe de Jesús Gallo alertaban sobre la pérdida de control operativo.
El deterioro era evidente. La FGR perdió el 38% de sus analistas financieros y la efectividad en judicialización cayó por debajo del 20% en estados estratégicos.
Con este panorama, en agosto comenzó una negociación que pocos conocen.
Una embajada para Gertz, propuesta desde la Cancillería y respaldada por Adán Augusto López Hernández como vía para asegurar una salida sin confrontación pública. La condición era su renuncia inmediata y la transición sin ruido.
Gertz aceptó.
La presidenta Sheinbaum se esfuerza en proyectar soberanía. Sin embargo, la simultaneidad entre la presión estadounidense, el deterioro interno y la renuncia del fiscal genera la lectura inevitable que el relevo responde al ritmo marcado por Washington.
La mandataria mantiene la línea de cooperación, pero la secuencia evidencia que el margen para decisiones autónomas se estrecha cuando la Fiscalía se convierte en un punto de fricción binacional.
A partir de aquí entra en escena Ernestina Godoy.
Su nombramiento responde más a cohesión política que a dominio técnico del nuevo modelo de justicia, basado en inteligencia financiera, cooperación transfronteriza y litigación compleja. Su fortaleza se halla en su cercanía al proyecto presidencial; su desafío, reestructurar una institución cuya cultura interna resiste cualquier intento de reforma. Los casos que heredará involucran redes criminales y empresariales con presencia en México y Estados Unidos. ¡Vaya tarea pendiente! No es un terreno para improvisación.
La autonomía institucional, mientras tanto, queda en entredicho. Cada actor clave (Segob, SRE, SEDENA, Marina, UIF) reconoce que la FGR dejó de operar como un órgano independiente. Las prioridades ahora se negocian entre el gabinete de seguridad y el Departamento de Estado. El discurso de independencia continúa, pero en la práctica la Fiscalía opera con límites marcados por la relación bilateral.
Aun así, el país obtiene por primera vez la oportunidad real de reconstruir la Fiscalía desde la raíz.
La salida de Gertz abre la puerta para depurar delegaciones capturadas, reestructurar áreas técnicas y cerrar espacios donde la corrupción se volvió norma. Si Godoy logra consolidar un equipo fortalecido, México puede recuperar control sobre temas que la FGR dejó escapar durante años.
Pero también hay consecuencias inmediatas. Las delegaciones de Tamaulipas y Jalisco. Los operadores de la Dirección de Control Competencial ligados a retrasos en casos financieros. Los funcionarios del área de Extradiciones que detuvieron procesos de alto perfil. Los empresarios conectados al contrabando fiscal que operaban con blindaje institucional.
Este relevo altera el equilibrio interno de poder. Más allá de Gertz.
Estados Unidos cerró el expediente Gertz porque su inacción ya afectaba la seguridad regional. México abrió el relevo porque sostener al fiscal era más costoso que reemplazarlo. Ambos gobiernos actuaron por presión, no por convicción.
El país recuperó margen con el cambio.
Ahora deberá recuperar autoridad antes de que alguien más la siga ejerciendo en su lugar. (D.T. Por sus siglas).
COLOFÓN: Aún no hay embajada… no hay nombramiento para el ex fiscal.
Dejarlo sin el recubrimiento del blindaje oficial, es confiar en que un Todopoderoso herido, con memoria de elefante y archivos para incendiar medio gobierno, va a quedarse tranquilo por espíritu patriótico.
Si no lo nombran pronto, no hará falta que hable. Bastará con que deje de guardar silencio. Y entonces, que cada quien se haga responsable de los fantasmas que ayudó a crear.
@deandaalejandro
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