Apple atraviesa uno de los momentos internos más delicados de los últimos años. Aunque suele ser vista como un ejemplo de estabilidad en Silicon Valley, la compañía enfrenta una reestructuración poco común en su plantilla, de acuerdo con un reporte de Bloomberg.
En los últimos días se han sumado varias salidas importantes. Tan solo la semana pasada renunciaron dos directores: el responsable de inteligencia artificial y el líder de diseño de interfaces. Poco después, Apple confirmó también la partida de su asesor general y del director de asuntos gubernamentales.
A esto se suma que el vicepresidente sénior de tecnologías de hardware informó al director ejecutivo, Tim Cook, que analiza seriamente dejar la empresa. El escenario ha encendido alertas internas ante lo que algunos describen como una “desconcertante fuga de cerebros”.
Según Bloomberg, Cook estaría buscando frenar nuevas renuncias ofreciendo paquetes de compensación más competitivos para retener al personal clave.







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