El 90% de la población activa mundial carece de pensión, cita la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) Los países de la OCDE superan su gasto programado en cuidados de salud y el número de usuarios aumenta. Ante esto, los países elevan la edad para jubilarse, otros, reducen prestaciones y exigen años de trabajo para obtener ciertas prestaciones.
La OIT cita que una opción en EE. UU., es aumento de la contribución del trabajador y empleadores: Aumento de 1 o 2 puntos resuelve el déficit. Las pensiones de los países de la ex Unión Soviética son inútiles al colapsar. Los programas de África y de Asia son mal administrados. En Latinoamérica, la mayoría trabaja en el sector informal o área rural que no otorga prestaciones. En pequeñas empresas de 10 o menos empleos, están sin programas o mal administradas las cotizaciones que pagan, lo cual da déficit financiero y se presta a corrupción. El sector informal es la parte del mercado laboral que crece y concentra 80% de los empleos.
La OIT pide programas que protejan contra la pobreza en la vejez, la incapacidad y prestaciones a la familia en caso de muerte del asalariado: ajuste del ingreso de jubilación con ajuste a inflación; ahorro adicional voluntario. El reto es llevar a la jubilación por vejez a cientos de millones de trabajadores informales. En África, más del 90% de la población se dedica a actividad informal.
En México, en la década de los 90 se sintió la necesidad de reformar el sistema de retiro pues el porcentaje de persona mayor de 60 años crecía. En 1960, el 5.6% de la población tenía más de 60 años. En el 2000, era 7.3% y para 2020 era 12%. Toda estrategia, si la hubo, falló.
En 1992 se reforma el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) Otra reforma la emprendió Zedillo en 1997 al crear las Afores. La debilidad es que los porcentajes de ahorro para el retiro son pequeños e impiden que la mayoría de los trabajadores obtenga tras 30 años de contribución, montos razonables.
La tasa de reposición, porcentaje de la pensión respecto al último salario resultaba de 30% para la mayoría. Por ello se promovió la reforma del 2020 que aumentó gradualmente la contribución patronal al ahorro para el retiro y redujo las semanas de cotización para jubilarse. Al final de la década, la tasa de reposición será superior al 70%, estará en estándar internacional.
INEGI y CONEVAL (2024) indican que 65 millones de mexicanos no cuentan con seguridad social. En cuanto a la población ocupada, hay reportes de que 2 de cada 3 personas ocupadas no tienen acceso a seguridad social. A febrero 2025, el número de empleos afiliados al IMSS sumó 22,431 mil, núcleo de la población con seguridad social contributiva. Por ello el éxito de la Pensión Universal en México.







Discussion about this post