Noruega firmó una noche histórica en San Siro: goleó 4-1 a Italia, cerró la eliminatoria con paso perfecto y selló su regreso a una Copa del Mundo por primera vez desde 1998. El resultado envía a la Azzurra al repechaje, que necesitaba ganar por nueve goles para clasificar de manera directa rumbo al Mundial 2026.
Italia intentó aferrarse a ese improbable escenario y encontró un guiño temprano. A los 11 minutos, Francesco Pio Esposito aprovechó un centro de Dimarco para el 1-0, un gol que encendió al público de San Siro y abrió una rendija mínima de esperanza.
Pero Noruega nunca perdió el control emocional del partido. El equipo de Ståle Solbakken adelantó líneas, empezó a recuperar balones en zonas altas y neutralizó el ímpetu italiano.
La respuesta nórdica se materializó cuando ya manejaban el ritmo del encuentro. Antonio Nusa empató al 63’ con un zurdazo a la escuadra tras una jugada por la derecha.
A partir de ahí surgió la versión más peligrosa de Erling Haaland. El delantero ganó todos los duelos directos, castigó los espacios y en dos minutos sentenció la noche: primero definió un pase de Oscar Bobb desde el centro del área (78’) y luego empujó un servicio de Morten Thorsby para el 1-3 parcial (80’).
En el añadido, Jorgen Strand Larsen firmó el 1-4 definitivo con una gran acción individual.
Noruega cerró el Grupo I con una autoridad pocas veces vista: ocho victorias, 24 puntos, 37 goles a favor y solo cinco en contra, la mejor ofensiva y una de las defensivas más sólidas de la Eliminatoria Europea.
Italia, en cambio, vuelve a quedar condenada al repechaje por tercera eliminatoria consecutiva. Con dos fracasos recientes a cuestas, deberá corregir su funcionamiento antes de jugarse la vida en marzo, ahora sin margen de error y con la presión de evitar otro golpe histórico.







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