La reciente proyección del icónico concierto de Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes ha reavivado una curiosa pregunta entre los seguidores de la música mexicana: ¿por qué Luis Miguel nunca se presentó en el máximo recinto cultural del país? Una respuesta surgió en el libro Luis Miguel: por debajo de la mesa. El Sol y su relación con el poder político del periodista Alberto Tavira.
En el texto, Tavira revela testimonios inéditos sobre los intentos del cantante por presentarse en Bellas Artes. Según el exdirector general del Instituto Nacional de Bellas Artes durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, Gerardo Estrada, el equipo de Luis Miguel solicitó el recinto en 1994, año en que el artista cosechaba gran éxito gracias a su álbum Romances. Sin embargo, Estrada rechazó la petición al considerar que, aunque el intérprete era ampliamente reconocido, su carrera aún no alcanzaba el nivel de consagración requerido para dicho escenario.
“Cada cosa en su lugar. El tipo de espectáculo que hace popular merece Bellas Artes solo con artistas muy consagrados; todavía era muy joven en ese momento”, explicó Estrada en declaraciones recogidas por Tavira.
Pese a la negativa, se logró un acuerdo: el video musical de El día que me quieras se grabó dentro del Palacio, aunque con la condición estricta de no usar el escenario principal. Aquella decisión, según el autor del libro, afectó profundamente a Luis Miguel, quien por entonces buscaba consolidarse como el artista mexicano más influyente de su generación.
La controversia resurgió tras el homenaje masivo a Juan Gabriel en el Zócalo capitalino, donde Netflix proyectó su legendario concierto de 1990 en Bellas Artes. La comparación inevitablemente ha colocado nuevamente a Luis Miguel bajo la lupa del público y la crítica, recordando aquel momento en que “El Sol” vio cerrarse las puertas del recinto más emblemático de la cultura mexicana.







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