El 9 de noviembre, más de 2,200 vuelos fueron cancelados en Estados Unidos debido a la escasez de controladores aéreos provocada por el cierre del Gobierno federal, que ya cumple 40 días. Además, se reportaron más de 7,500 vuelos con retrasos en todo el país, afectando principalmente aeropuertos como Atlanta, Newark, LaGuardia y Chicago O’Hare.
Según datos de FlightAware, las aerolíneas más afectadas por estas cancelaciones y demoras son Delta, SkyWest, Republic y American Airlines. La Administración Federal de Aviación (FAA) ha impuesto una reducción de hasta el 10% en el tráfico aéreo nacional, cifra que podría incrementarse hasta el 20% si el cierre continúa sin solución, lo que impactaría aún más los vuelos durante la temporada alta de viajes, especialmente antes del Día de Acción de Gracias.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió que la situación podría empeorar debido a la creciente tasa de bajas voluntarias entre los controladores aéreos, quienes, aunque catalogados como trabajadores esenciales, están laborando sin recibir su salario. Más de 2,000 controladores se han dado de baja en medio del conflicto presupuestal.
La escasez de personal ha obligado a cancelar vuelos y a establecer límites en la capacidad operativa de los aeropuertos, lo que ha generado grandes retrasos y cancelaciones que afectan a millones de pasajeros. El Senado de Estados Unidos permanece en sesión continua con la esperanza de alcanzar un acuerdo que ponga fin al cierre gubernamental más largo en la historia del país.







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