María José Cuevas, reconocida cineasta de documentales, se sumergió obsesivamente en la vida de Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido como Juan Gabriel, para crear la docuserie “Juan Gabriel: Debo, Puedo y Quiero” de Netflix. El proyecto, que originalmente sería una película, se transformó en una ambiciosa serie de cuatro episodios tras dos años y medio de trabajo y el análisis de más de dos mil cintas en formatos Super 8, VHS y Beta, así como fotografías, cartas y recortes del propio artista.
Desde su estreno el 30 de octubre, la docuserie ha figurado en el Top 10 de al menos 14 países. Cuevas comentó que el proceso fue tan absorbente que trabajó de lunes a domingo, dedicándose a conocer a fondo al personaje público y privado. A través de videos caseros y archivos inéditos gestionados por su manager María de la Paz Arcaras, la directora logró armar una narrativa auténtica y emotiva sobre el “Divo de Juárez”, sin interferencia editorial por parte de la familia del cantante.
Durante el festival Hacer Cine en Monterrey, Cuevas compartió detalles inéditos sobre la realización del documental, destacando el acceso único que tuvo a la bodega con materiales nunca vistos y la confianza brindada por la familia. Aunque al principio Iván Aguilera, heredero universal, y los hijos del cantante no quisieron involucrarse, posteriormente accedieron a entrevistas al ver el valioso material sobre su infancia.
La cineasta enfatizó que el documental logra entender el legado artístico y humano de Juan Gabriel, desde su soledad y dificultades en la infancia hasta la relación cercana con sus hijos y manager. Cuevas confirmó que “Debo, Quiero y Puedo” abarca la vida y muerte del cantante y que, aunque existe material inédito, no habrá una segunda temporada, privilegiando la integridad y profundidad del relato logrado.







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