La CFE lanzó cinco paquetes integrales que incluyen generación, distribución y transmisión de energía, junto con estudios, permisos, construcción, operación y mantenimiento, con costos que oscilan entre 535 millones y 2 mil 600 millones de pesos. Estas ofertas, según especialistas, convierten a los parques industriales en clientes cautivos, reduciendo las oportunidades de los proveedores privados en el sector energético.
Jesús Pámanes, director de Pámanes Consulting, señaló que al asumir todas las etapas del suministro eléctrico, la CFE concentra el control de activos estratégicos y elimina la posibilidad de un mercado abierto. Aunque se presentan como soluciones ágiles para impulsar el nearshoring, estas medidas podrían generar un entorno desigual y con menor certidumbre para la inversión privada.
Por su parte, Juan Acra, presidente del Consejo Mexicano de la Energía (Comener), subrayó la importancia de la certeza jurídica y la igualdad de condiciones para incentivar la inversión. Recordó que el Plan México 2030 contempla que el 46 % de la generación eléctrica provenga del sector privado y hasta 10 000 MW de energías renovables, objetivos que requieren reglas claras y equitativas.
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