Con un hombre menos y en el último suspiro, Santos Laguna se llevó un encuentro con destellos muy aislados de los 22 protagonistas sobre el césped del Estadio Corona. Uno de ellos, cuando el local Jordan Carrillo estrelló la redonda poco después de la media hora de juego. Ya en la segunda mitad, Ramiro Árciga, del equipo fronterizo, hizo lo propio en el travesaño. El importante, un remate del colombiano Dajome que despertó a la poca afición que se dio cita en el Estadio Corona. Tres puntos que le caen a Santos como agua de manantial al sediento.
Fue lo más destacado de un encuentro que ambos equipos daban la impresión de no quererlo jugar. El primer tiempo resultó soporífero. El segundo arrancó con aparentes intenciones de Santos y Xolos, pero de manera paulatina cayó en el vulgar deambular, no obstante que los rivales modificaron y mandaron gente de refresco a la cancha.
La historia de la afición de La Laguna pasó en relativamente pocos años del pozo al gozo. A principios de los 90, Santos peleaba por evitar el descenso. Eso no desanimó a la gente de Gómez Palacio, Lerdo, Torreón y poblaciones más pequeñas a apoyar al equipo lagunero. Después, llegó el protagonismo, las finales y los campeonatos. Hoy en día, sin aspiraciones por los títulos ni angustias por perder la categoría, Santos deambula en el limbo de la Liga MX. Sus seguidores han tomado nota y castigan como nunca a un equipo que tenía arraigo.
El Tijuana poco pudo o quiso hacer por llevarse los puntos de visitante. El Loco Abreu lamentó una grosera falla de Preciado, que recibió el balón en el área chica, pero en lugar de fusilar al portero Carlos Acevedo, una promesa perdida del futbol mexicano, machucó su remate para una pifia del tamaño de Coahuila.
La única jugada picante la dio el chileno Barticciotto, que duró unos 25 minutos tras ingresar de cambio. Se ganó una segunda tras reclamar airadamente una falta que le señalaron. Esa frustración en el campo de juego también se manifestó entre el respetable, con silbidos y reclamos. Helados en el tiempo añadido por un remate bombeado de Jackson Porozo que pegó en el travesaño del equipo de casa, pero después favorecidos por la suerte de un gol en el minuto 95.
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