Una de las lecciones más valiosas que dejan los desastres naturales es que la preparación es la mejor herramienta. Una mochila de emergencia es un seguro de vida portátil, un pequeño universo de soluciones que puede marcar una gran diferencia.
En la Ciudad de México, por ejemplo, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil pone en marcha el programa “Mi Mochila de Vida”, una iniciativa clave para fortalecer la cultura de la prevención ante sismos y otros desastres.
Imagina que la rutina se rompe y surge una situación inesperada, que te obliga a dejar tu hogar en cuestión de minutos. ¿Tendrías lo necesario para las primeras horas o incluso días? Aquí te guiaremos paso a paso para que no solo sepas cómo armar tu mochila, sino también para qué sirve y dónde debe esperarte, lista para la acción.
¿Cómo hacer una mochila de emergencia?
Crear tu mochila de emergencia es más fácil de lo que piensas y es una tarea que puede unir a toda la familia. Piensa en ella como un kit diseñado para dos personas y para las primeras 72 horas después de un desastre.
Aquí te damos puntos esenciales para llenarla, según las recomendaciones del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE):
Agua y alimentos: Incluye botellas de agua sellada y comida enlatada o empacada, liviana y fácil de abrir, que aporte energía y no caduque en fechas cercanas.
No puede faltar un botiquín de primeros auxilios con vendas, gasas, alcohol, algodón y cinta, así como los medicamentos específicos que tú o tu familia necesiten.
Linterna, radio y pilas: Una linterna con pilas de repuesto es vital si la luz se va, y un radio portátil te mantendrá informado si el internet o la telefonía fallan.
Documentos importantes y dinero en efectivo: Guarda copias de identificaciones, actas de nacimiento y pólizas de seguro en una USB o impresas, junto con un directorio de contactos y algo de efectivo.
Ropa abrigadora y artículos de higiene: Incluye un cambio de ropa, cobija o manta, y artículos personales como cepillo, pasta de dientes y otros complementos de higiene personal.
Recuerda adaptar el contenido a las necesidades específicas de tu familia, incluyendo bebés, personas mayores, con discapacidad o mascotas. También es necesario tener un cargador para celulares, teléfonos de emergencia, como 911, y direcciones de hospitales o albergues.
¿Para qué situaciones sirve una mochila de emergencia?
Esta mochila no es solo para “grandes catástrofes” de película; es una herramienta multiusos para diversos escenarios que puedan surgir en la vida real, como menciona la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Sismos: La mochila es necesaria, especialmente en zonas sísmicas, para los momentos críticos después de un movimiento telúrico.
Incendios forestales o urbanos: Si una evacuación es necesaria debido al fuego, esta mochila te permitirá salir rápidamente con lo esencial.
Inundaciones y tormentas fuertes: Ante fenómenos meteorológicos que puedan cortar servicios o requerir un desalojo, tendrás tus provisiones a mano.
Interrupciones prolongadas de servicios: Si el suministro de agua, luz o gas se corta por varios días, tendrás lo básico para subsistir sin depender de fuentes externas.
¿Dónde guardar la mochila de emergencia?
El lugar donde guardas tu mochila es tan importante como lo que contiene. Debe estar siempre lista, accesible y conocida por todos en casa. La clave es la facilidad de acceso y la rapidez para tomarla, según la Cruz Roja.
En un lugar fácil de encontrar en casa: Un armario cercano a la salida principal o un rincón estratégico donde no estorbe, pero sea visible.
En el automóvil: Si pasas mucho tiempo fuera de casa, tener una mochila en el coche es una excelente opción para emergencias en el camino.
En tu lugar de trabajo: Muchos desastres ocurren durante el día laboral, por lo que tener un kit en la oficina también es una buena práctica.
Cerca de la puerta de salida: Así, en caso de una evacuación urgente, podrás tomarla sin perder tiempo vital.
Evita lugares húmedos o de difícil acceso: No la guardes en un sótano inundable o en un ático complicado de alcanzar, para preservar su contenido y asegurar su disponibilidad.
Contar con una mochila de emergencia es una de las decisiones más inteligentes que puedes tomar por la seguridad y la salud de tu familia. Es un acto de prevención que puede tener un gran impacto.
Así que, tómate un momento, revisa tus existencias y asegúrate de que tu hogar esté listo para cualquier imprevisto.
Discussion about this post