Con una gran presentación y un homenaje a la historia, Barcelona presentó al nuevo heredero de la camiseta más pesada dentro del futbol. Lamine Yamal es el ’10’ del Barça, por lo que a sus hombros recae una responsabilidad y una cita con el mismo destino, pues la camiseta y el dorsal blaugrana no es para cualquiera.
El imaginario colectivo culé recuerda a Lionel Messi y Ronaldinho como los hombres más importantes con dicho número, sin embargo, la leyenda del dorsal es más grande de lo que se cree. Desde que se implementaron los dorsales en el balompié español -a finales de los años cuarenta- los números rotaron, pero uno fue el encargado de hacer de aquel ’10’ una leyenda eterna.
Ladislao Kubala: el primer gran ídolo
Cuando se habla del Camp Nou, se tiene que mencionar al pionero de la construcción del estadio. Uno de los primeros grandes ídolos -o el primero- en Barcelona, el referente de la época de las Cinco Copas. Kubala maravilló a propios y extraños con una gambeta y precisión digna de los más grandes, por lo que su leyenda en Cataluña se hizo eterna.
Luis Suárez Miramontes: el primer Balón de Oro español
Antes de la gran época dorada de España, en la que consiguió dos Eurocopas y un Mundial, hubo un hombre encargado de transmitir sus mejores dotes en el balompié ibérico. Pese a que Luis Suárez es una leyenda del Inter de Milán, fue con el conjunto Culé que ganó el galardón individual de la revista France Football, en 1960.
Hugo Sotil: leyenda peruana
Los setenta fue una época de reinvención para Barcelona, pues con el dominio que marcó el Real Madrid en los cincuenta y sesenta, los catalanes necesitaban un cambio. Fue entonces que Johan Cruyff marcó para siempre la historia del conjunto blaugrana, aunque no lo hizo solo, pues el ’10’ de aquel equipo fue Hugo ‘Cholo’ Sotil, hombre que entendió a la perfección el futbol total que se jugó en el Camp Nou.
Diego Armando Maradona: Dios en Cataluña
Antes que Messi y después de Alfredo Di Stefano, la más grande leyenda argentina aterrizó en Barcelona. Diego tuvo un paso efímero por el conjunto catalán, sin embargo, no pasó desapercibido, pues logró hacer 30 goles en 43 partidos en todas las competencias. El ídolo de Villa Fiorito, pese a tener un paso fugaz, marcó a toda una generación.
Romario y Rivaldo: samba
Dos genios, dos visiones distintas, una misma pasión. Uno tuvo un mayor tiempo en la élite, el otro solo necesitó de algunos años para mostrar su gran nivel. Ambos marcados por la misma gran generación, ambos usaron el ’10’ y pusieron a una generación de brasileños con la expectativa muy alta.
Gheorghe Hagi: el Maradona de los cárpatos
Rumania tuvo un Mundial en Estados Unidos 1994 para el recuerdo, en el que un joven Gheorghe Hagi deleito a todo el mundo. Una pieza brillante en aquel Dream Team, aunque su gran nivel se vio mermado por las vastas lesiones que tuvo en su estadía en Cataluña, pero jamás se olvidará al mejor jugador rumano de todos los tiempos.
Ronaldinho: la sonrisa del futbol
Talento sin mucha disciplina. Un arte que muchos han querido replicar, pero son pocos los que de verdad tienen magia. Ronaldinho tuvo dos temporadas al máximo nivel en Barcelona, lo que fue suficiente para que ‘Dinho’ se convirtiera en una auténtica leyenda del conjunto culé.
Lionel Messi: de Rosario para el mundo
Nadie, ni en sus mejores sueños, se iba a imaginar que aquel pequeño niño sería una de las más grandes leyendas del deporte. Lionel Messi cambió para siempre a los habitantes de Cataluña y al futbol español en sí mismo. Gambeta, precisión, cambio de ritmo y un sin fin de trucos que sólo él pudo realizar.
Ansu Fati: debacle
Con una edad similar a la de Lamine, Ansu Fati mostró grandes condiciones, tanto en el club blaugrana como en la Selección Española. Sin embargo, algo que resulta lógico, las lesiones y la presión de heredar el número de dichos monstruos lo consumió, por lo que ahora solo quedó en un amargo recuerdo del club.
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