Ciudad de México (9 de julio de 2025).– La inflación general en México se moderó ligeramente en junio tras cuatro meses de incrementos consecutivos, sin embargo, la presión en los precios subyacentes persiste, lo que podría llevar al Banco de México (Banxico) a reducir el ritmo de recortes a su tasa de interés en su próxima decisión de política monetaria.
De acuerdo con datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 4.32% a tasa anual, por debajo del 4.42% registrado en mayo, aunque aún lejos del objetivo del banco central de 3% ± un punto porcentual. El dato resultó ligeramente más alto que el consenso de analistas encuestados por Reuters, que anticipaban 4.31%.
En contraste, el índice subyacente —que excluye los productos de alta volatilidad como alimentos frescos y energéticos— aumentó por segundo mes consecutivo y alcanzó 4.24%, su nivel más elevado desde abril de 2024. Este componente es clave para la toma de decisiones del Banxico, ya que refleja la tendencia de mediano plazo de los precios.
La persistencia de esta inflación subyacente ha llevado a los analistas a prever que el Banco de México modere el ritmo de su ciclo de relajación monetaria, iniciado en marzo pasado, cuando comenzó a recortar su tasa de referencia desde el nivel récord de 11.25%. Hasta ahora ha realizado cuatro recortes consecutivos, tres de ellos de 50 puntos base.
No obstante, en su último comunicado, la Junta de Gobierno eliminó la frase que abría la puerta a nuevos recortes de medio punto porcentual y adoptó un tono más cauteloso. Ahora sólo anticipa que “seguirá valorando recortes adicionales”, lo que ha sido leído por los mercados como una señal de prudencia ante la inflación persistente.
De acuerdo con una encuesta reciente de Citi, los participantes del mercado prevén que en la próxima reunión del 7 de agosto el Banxico opte por reducir la tasa en apenas 25 puntos base, lo que marcaría una desaceleración en su estrategia de ajuste.
Los analistas también advierten que factores como el alza en servicios, la depreciación del peso frente al dólar y la incertidumbre en precios internacionales podrían seguir presionando la inflación hacia la segunda mitad del año.







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