La marcha convocada por jubilados en Buenos Aires este miércoles desató violencia entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. La protesta, que buscaba apoyo para los reclamos de los jubilados, como la actualización de pensiones y la restitución de medicamentos, fue reprimida por la policía y otras fuerzas federales al principio de la manifestación.
Las fuerzas de seguridad se desplegaron en los alrededores del Congreso y utilizaron gases lacrimógenos, balas de goma y chorros de agua para dispersar a los asistentes. En la marcha, que contó con la participación de jubilados, mujeres, jóvenes, sindicatos y aficionados del fútbol, hubo enfrentamientos con los agentes, quienes avanzaron sobre los grupos de manifestantes, principalmente en motocicletas y a pie.
El Ministerio de Seguridad Nacional había advertido previamente sobre la prohibición de cortar las calles o realizar actos violentos durante la protesta. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, señaló que sus fuerzas estaban desplegadas para evitar que los manifestantes alteraran el orden público.
A pesar de las advertencias, la situación se tornó tensa cuando los manifestantes comenzaron a responder con botellas y piedras ante la represión. A medida que la violencia se intensificaba, los jubilados se movieron hacia un costado del Congreso, mientras los policías seguían avanzando para dispersar a los grupos de manifestantes.
Hasta el momento, no se ha informado oficialmente sobre el número de heridos o detenidos durante los enfrentamientos.
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