LO CLARO. La mejor manera de potenciar la calidad de la educación y por ende contar con alumnos con la mayor especialización, es compartiendo el aprendizaje obtenido de manera global.
Es una de las grandes ventajas que el mundo de la tecnología habría aportado al ser humano. El contar con la accesibilidad a la información que generan las distintas latitudes del planeta y que permiten compartir experiencias y enriqueciendo el aprendizaje.
Es la base que de mejor manera se obtiene mediante la movilidad.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas hoy promueve la misma (movilidad) para el profesorado.
La movilidad docente origina el intercambio de ideas y permite engrandecer de manera significativa el adoctrinamiento de los docentes que adquieren nuevas experiencias al mantener contacto quienes se postulen para el programa de movilidad académica.
Así lo inicia la UAT en este proyecto de internacionalización (Convocatoria de Movilidad Docente 2025) que refuerza a la postre el resultado con alumnos con mejor preparación.
Asociación Universitaria de Postgrado AUIP; Consorcio de Universidades Mexicanas CUMex; QS University Rankings son algunos de los organismos afiliados al proyecto y que ponen a disposición la cantidad de universidades en el mundo.
LO OSCURO. La desigualdad salarial en México es un fenómeno económico que se manifiesta en la disparidad de ingresos entre diferentes clases sociales.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía INEGI, se observa una notable distancia en los ingresos promedios entre la clase baja, clase media y alta, lo que repercute en la calidad de vida de cada grupo.
La clase baja en México gana en promedio 12,343 pesos mensuales de acuerdo las cifras del INEGI. Este nivel de ingresos -si bien es superior al salario mínimo que se establece en 6,210 pesos mensuales- sigue siendo insuficiente para satisfacer las necesidades básicas de la población. Teniendo en cuenta que el costo de vida varía significativamente dependiendo de la región del país, muchas familias de este promedio de ingresos luchan para cubrir gastos esenciales como alimentación, salud y vivienda.
La falta de acceso a recursos adecuados agrava la situación de pobreza y limita las oportunidades de movilidad socioeconómica, perpetuando un ciclo de desigualdad que afecta la calidad de vida de millones de mexicanos.
Por otro lado, la clase media en México presenta un rango salarial que oscila entre 60,192 y 107,197 pesos mensuales. Este espectro integrado por profesionales y pequeños empresarios experimenta una mayor estabilidad económica en comparación con la clase baja. Y a pesar de que sus ingresos son significativamente más altos, muchos miembros de la clase media enfrentan desafíos como el alto costo de la educación, la salud y la vivienda, lo que limita su capacidad para acumular ahorros.
El crecimiento de la clase media no ha sido suficiente para cerrar la brecha de desigualdad. De hecho, la presión económica que enfrentan a menudo los lleva a depender de financiamientos y créditos, que a su vez les coloca en una situación vulnerable frente a fluctuaciones económicas.
El ingreso promedio de la clase alta en México supera los 107,197 pesos mensuales. Este selecto conjunto está compuesto por individuos que ocupan posiciones de liderazgo en sectores como la industria, la tecnología y los servicios financieros. La concentración de ingresos de este estrato social no solo les proporciona un acceso privilegiado a educación y servicios de salud de alta calidad, sino que también les permite una considerable influencia en la formulación de políticas públicas.
La desigualdad en la distribución de la riqueza lleva a una polarización creciente en la sociedad mexicana, donde el acceso a oportunidades y recursos se convierte en un derecho… más que un privilegio. La clase alta, al contar con mayor poder de negociación y cualquier ventaja económica, contribuye a consolidar estructuras que perpetúan la desigualdad.
La desigualdad salarial en México es un reflejo de un sistema económico estructurado que beneficia a unos pocos mientras que margina a la mayoría. La diferencia entre los promedios salariales —clase baja con 12,343 pesos, clase media con un rango de 60,192 a 107,197 pesos y clase alta con ingresos significativamente superiores— evoca la necesidad de una revisión profunda de las políticas fiscales y laborales.
Se hace imperativo que se implementen estrategias efectivas para reducir la brecha de desigualdad, tales como la mejora de la educación, la promoción de salarios dignos y la creación de oportunidades económicas accesibles. Con un compromiso conjunto, es posible avanzar hacia una sociedad más ‘igualitaria’ en la que cada mexicano tenga la oportunidad de alcanzar una calidad de vida digna.
COLOFÓN: Esperemos que la llegada del nuevo ministro de Hacienda no permita la apertura de una sub cuenta y se materialice la ‘clase infra-baja’. Lo de “primero los pobres” es un discurso filosófico. Que eso se tome en cuenta para gobernar.
alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro
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