Me harta escribir sobre Trump. Por eso hoy me abstendré de mencionarlo. No diré que es un engendro del demonio que salió del infierno con la consigna de causar daño a la especie humana. Por lo tanto, hipócrita, lejano a las creencias religiosas por las que justifica su actitud. Desnaturalizado, con excesiva carga tóxica que lo convierte en real peligro para la paz y tranquilidad de quienes nos ha tocado vivir esta época de barbarie.
Tampoco recordaré que el magnate es el tipo ideal requerido por el imperialismo para someter con impunidad y la fuerza acostumbrada. De ahí la agresión a otras naciones que solo aspiran a la buena relación en todos los aspectos. Y si nos atenemos a sus declaraciones, está dispuesto a pisotear la soberanía e independencia que tantas vidas ha costado. En este sentido no conquista; arrebata como cualquier delincuente que se apropia del patrimonio ajeno. Su riqueza personal debió acumularse sobre injusticias, abusos, complicidades y todas las reglas y mandamientos que implica el capitalismo salvaje.
Hoy no escribiré sobre Trump, insisto, porque es alguien que está hecho de odio. Violento e incendiario absoluto en el significado más completo de tales calificativos. ¡Ay de aquellos que lo apoyaron para convertirse en presidente del país más poderoso!. Pero habrá tiempos de arrepentimientos que ojalá lleguen antes de la catástrofe que se avecina.
No soporto mencionar al sujeto de marras, pero inaceptable es la soberbia con la que desafía a los ocho mil doscientos millones que habitamos el planeta Tierra, (según la ONU), a los cuales desprecia como torcido de sus facultades mentales comparable a otros locos que en algún momento de la historia aterrorizaron para finalmente ser derrotados por la razón y la justicia.
Me choca referirme al mandatario en cuestión, pero la lógica indica que esta clase de individuos pasan a ser ejemplos de lo que jamás debió existir. Ahora se entiende la embriaguez triunfalista de los republicanos sin concebir lo que el destino les depara. Tarde o temprano también han de sufrir las consecuencias de un gobierno diabólico vestido de muerte y destrucción. No olvidéis que la maldad se revierte y en este sentido EU también es vulnerable, aunque no lo parezca.
El asunto es que Trump hoy no ocupará este espacio, aunque no resisto decir que está moralmente impedido para disponer de la vida de millones que buscan sobrevivir con dignidad en un país extraño. Que trabajan y aportan para al sistema económico sin más limitación que su heroico esfuerzo. Familias quedarán divididas, es probable, pero el principal daño será para los estadounidenses por obvias y sobradas razones. “En dios nosotros confiamos” es el lema del imperio, entonces, ¿por qué dejarse gobernar por Lucifer?. Lo dicho, este día no escribiré sobre Trump, aunque ganas me sobran considerando que los gringos no entendieron las lecciones de la historia. Pero bueno, allá ellos y su mala cabeza, nomás no nos involucren, ¡no la shinguen!.
SUCEDE QUE
Una caravana de ex funcionarios(as) de Tamaulipas se dirige hacia Texas. Son migrantes de la política que buscan la protección de ya saben quién… y aquel que ya quisiera solventar sus “broncas” antes que defender causas perdidas.
Y hasta la próxima
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