La inteligencia artificial, a pesar de ser considerada una herramienta revolucionaria con múltiples beneficios, enfrenta una creciente preocupación: su contribución a la generación masiva de residuos electrónicos. Según un estudio publicado en Nature Computational Science, se estima que la IA generativa, capaz de producir contenido innovador mediante datos entrenados, podría originar hasta 2.3 millones de toneladas de residuos electrónicos para 2030.
Comparación con otros residuos tecnológicos
Esta alarmante cifra se compara con el desecho de aproximadamente 13.3 mil millones de teléfonos iPhone 15 Pro, lo que destaca la magnitud del problema. Asaf Tzachor, académico de la Universidad Reichman de Israel y coautor del estudio, subrayó la relevancia del hallazgo: “A nuestro mejor entender, este es el primer estudio integral que cuantifica y proyecta los desechos electrónicos generados específicamente por las tecnologías de IA generativa”.
Razones detrás de la generación de residuos
El principal motor de esta cantidad de basura electrónica es el reemplazo constante de componentes como servidores y unidades de procesamiento gráfico, indispensables para el funcionamiento y desarrollo de la IA. Este proceso, impulsado por la necesidad de actualizar y mantener las infraestructuras, pone en evidencia un desafío ambiental que requiere atención urgente.
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