La superficie de Venus ha experimentado alteraciones significativas debido a la intensa actividad volcánica a lo largo de su historia geológica. Investigaciones previas sugieren que esta actividad persistió hasta hace aproximadamente 2,5 millones de años. Sin embargo, un descubrimiento reciente aporta la primera evidencia concreta de un Venus geológicamente activo en la actualidad, revelando la presencia de nuevas coladas de lava.
El estudio, publicado este lunes en la revista Nature Astronomy, ha analizado la morfología de la superficie del planeta mediante la comparación de imágenes de radar de las mismas regiones observadas entre 1990 y 1994 por la nave espacial Magallanes. Esta sonda, lanzada por la NASA, tenía como misión estudiar el segundo planeta más próximo al Sol y uno de los cuatro planetas rocosos del sistema solar.
Un informe reciente había detectado la deformación de un cráter volcánico en Venus que “potencialmente” parecía activo. Los científicos Davide Sulcanese y Giuseppe Mitri de la Universidad Gabriele d’Annunzio, junto con Marco Mastrogiuseppe de La Sapienza de Roma, examinaron las imágenes de la sonda de esa misma área del planeta.
De este modo, los investigadores han identificado “nuevos flujos de lava en el lado occidental del imponente volcán Sif Mons y sobre una llanura volcánica conocida como Niobe Planitia”.
“La clara variación en la respuesta del radar sobre la superficie nos ha permitido confirmar no solo que algunos volcanes de Venus han estado activos en tiempos geológicamente recientes, sino también que esos volcanes están activos todavía”, afirmó Sulcanese.
necesidad de investigación adicional
A pesar de este hallazgo significativo, el experto subrayó la necesidad de profundizar en la investigación, dado que estos análisis están “limitados tanto temporal como espacialmente”, es decir, a una determinada área del planeta.
Los autores del estudio consideran “fundamental” estudiar la evolución de Venus, un planeta con condiciones radicalmente distintas a la Tierra, caracterizado por una densa atmósfera de dióxido de carbono y una temperatura media de alrededor de 460ºC. Sin embargo, debido a su gran similitud tanto en tamaño como en densidad con nuestro planeta, a veces es denominado como el planeta gemelo de la Tierra.
En este contexto, los investigadores han defendido las futuras misiones VERITAS del Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA y EnVision de la Agencia Espacial Europea (ESA), que explorarán en detalle la superficie de Venus con tecnologías avanzadas de radar.
“Los nuevos instrumentos de radar de alta resolución nos permitirán expandir significativamente nuestro conocimiento de la actividad volcánica de Venus, afinando las técnicas de análisis que ya hemos empleado con éxito en este estudio”, añadió Mastrogiuseppe.
Suzanne Smrekar, investigadora principal de la misión VERITAS del JPL, explicó en un comunicado que estos descubrimientos “ofrecen pruebas convincentes del tipo de regiones que se deberán analizar” cuando se vuelva al planeta rocoso.
“Nuestra sonda contará con una serie de mecanismos para identificar los cambios en la superficie con datos mucho más completos y una resolución más elevada respecto a la sonda espacial Magallanes”, adelantó.
Aunque ambos planetas son considerados gemelos, se desconoce por qué evolucionaron de manera distinta. Smrekar subrayó que esta prueba de actividad volcánica, basada en datos de baja resolución, puede aumentar el potencial para “revolucionar nuestra comprensión de ese mundo enigmático”.
Italia será uno de los países que colaborará en la próxima misión VERITAS, desarrollando y construyendo un transpondedor para garantizar las comunicaciones y ejecutar un experimento de radio para determinar la estructura interna del planeta, un radar por radiofrecuencia que analizará su superficie y la antena con la que se transmitirán los datos recabados.
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