Apodadas como variantes FLiRT por investigadores internacionales, se desconoce aún cuán rápido se propagarán, si causarán enfermedades más o menos graves que sus predecesoras, y cuán efectivas serán las vacunas contra ellas.
Dentro de esta familia, una variante en particular, la KP.2, ha cobrado relevancia, representando aproximadamente el 25% de los nuevos casos secuenciados en Estados Unidos durante las últimas dos semanas hasta el 27 de abril, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. Otras variantes FLiRT, como la KP.1.1, aún no se han extendido tanto en el país.
El Dr. Eric Topol, vicepresidente ejecutivo de Scripps Research, advierte que es prematuro afirmar si la familia FLiRT será responsable de un aumento significativo de casos. Aunque la cantidad de virus SARS-CoV-2 en aguas residuales de EE. UU. sigue siendo mínima según los CDC, las hospitalizaciones y muertes han seguido disminuyendo constantemente desde enero. A nivel mundial, aunque los casos han aumentado desde principios hasta mediados de abril, siguen siendo mucho más bajos que hace unos meses.
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