Las devastadoras inundaciones que han azotado Kenia desde mediados de marzo han cobrado un trágico saldo de 219 vidas, mientras el país se prepara para enfrentar el embate del ciclón tropical Hidaya, que ya ha dejado su huella en Tanzania. El Gobierno keniano ha alertado sobre la inminente llegada del ciclón a la costa, mientras continúa lidiando con las consecuencias mortales de las intensas lluvias.
Las regiones central, sur y oeste de Kenia han sido las más afectadas por las torrenciales lluvias, que han dejado a su paso decenas de muertos, heridos y desaparecidos. Las autoridades locales han emitido advertencias sobre la persistencia de las condiciones climáticas adversas, pronosticando más lluvias intensas y tormentas eléctricas que podrían agravar aún más la situación en el país.
En respuesta a la emergencia, se han establecido 138 campos de refugiados para albergar a más de 62,000 personas desplazadas, aunque el número total de kenianos afectados por las inundaciones supera los 194,000, según informes del Centro Nacional de Operaciones de Desastres. Sin embargo, organizaciones como Human Rights Watch han criticado la respuesta del Gobierno, señalando que las desigualdades socioeconómicas están exacerbando el impacto de las inundaciones en las comunidades más vulnerables.
Mientras tanto, la costa de Kenia se encuentra en alerta máxima ante la llegada del ciclón tropical Hidaya, el primero de su tipo en la historia del país. Las autoridades han prohibido todas las actividades costeras y el transporte marítimo no esencial en previsión de las fuertes precipitaciones, vientos y oleajes que podría generar el fenómeno.
El ciclón ya ha tocado tierra en la vecina Tanzania, donde ha causado estragos con ráfagas de viento y tormentas. Se han reportado cortes de energía eléctrica y daños materiales en varias zonas del país, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas de precaución y seguimiento del fenómeno.
En toda la región del este de África, las lluvias intensas han afectado a más de 637,000 personas, con más de 234,000 desplazados, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. El fenómeno meteorológico de El Niño ha exacerbado la temporada de lluvias, prolongando la crisis y aumentando el sufrimiento de las comunidades afectadas en Kenia, Tanzania y otros países de la región.
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