En un encuentro que prometía emociones, Milan y Genoa protagonizaron un vibrante empate 3-3 en el Estadio San Siro, dejando un sabor agridulce tanto para los locales como para los visitantes.
El partido comenzó con un Genoa decidido a dar la sorpresa, adelantándose en el marcador gracias a un penal convertido por Mateo Retegui apenas a los cinco minutos de juego. Este gol tempranero sumado a la falta de ánimos por la pérdida de la Serie A por parte del Milan, creó un ambiente de incertidumbre en el equipo local, que luchaba por encontrar su ritmo en el campo.
Sin embargo, Milan logró igualar el marcador antes del descanso con un cabezazo de Alessandro Florenzi, otorgando cierto alivio a los aficionados rossoneri. La segunda mitad comenzó con otro gol del Genoa, esta vez obra de Caleb Ekuban, que volvió a poner en aprietos al Milan.
La presencia de Zlatan Ibrahimovic en las gradas reflejaba la frustración de los seguidores del Milan, que presionaban a su equipo en busca de una reacción. Y esa reacción llegó con el gol de Matteo Gabbia, quien aprovechó un tiro de esquina para igualar nuevamente el marcador. La remontada parecía completarse con un gol de Olivier Giroud, validado tras revisión del VAR por un posible fuera de juego.
Sin embargo, cuando parecía que Milan se llevaría la victoria, un autogol de Malick Thiaw en los últimos minutos del encuentro dejó el marcador en un decepcionante empate 3-3. Este resultado deja a ambos equipos con un punto que no les sirve de mucho en sus respectivas posiciones en la tabla, mientras que deja al descubierto las fragilidades defensivas de ambas escuadras, que desperdiciaron la oportunidad de asegurar la victoria debido a errores en la retaguardia.
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