Las protestas universitarias en contra de la guerra en la Franja de Gaza han llevado a más de 2.500 detenciones, con un nuevo escenario en Chicago donde la universidad instó a los estudiantes a desalojar una acampada en el campus.
El presidente de la Universidad de Chicago, Paul Alivisatos, declaró que la universidad solo intervendría si la protesta interrumpía el aprendizaje o la seguridad del campus, y al no llegar a un acuerdo para poner fin al campamento, se vieron obligados a actuar. Tras este anuncio, se produjeron enfrentamientos entre manifestantes con banderas estadounidenses y universitarios propalestinos.
Aunque la Universidad de Chicago había sido más permisiva con la protesta que otras instituciones, la presencia policial ha aumentado y muchos estudiantes siguen acampados pese a la advertencia del presidente.
Estos eventos suceden después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificara como violentas y antisemitas unas protestas que en su mayoría han sido pacíficas.
En el marco de estas protestas, muchos campamentos propalestinos en universidades públicas y privadas han sido desalojados por la policía, resultando en más de 2.500 estudiantes detenidos, según un recuento del The New York Times.
En otro incidente relacionado con las protestas, un agente de policía disparó accidentalmente su arma durante un operativo en la Universidad de Columbia a principios de semana.
Mientras tanto, la Universidad del Sur de California (USC) en Los Ángeles ha reprogramado su ceremonia de graduación después de haberla cancelado inicialmente debido a las protestas. El evento se llevará a cabo en el estadio olímpico de la ciudad y contará con espectáculos de drones y fuegos artificiales. La decisión inicial de cancelar la ceremonia fue vista como censura debido a las protestas propalestinas.
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