Irán ha incrementado significativamente sus reservas de uranio enriquecido, alcanzando niveles próximos a los de calidad armamentística, según un informe confidencial del organismo de vigilancia nuclear de las Naciones Unidas divulgado el lunes.
El informe, visto por The Associated Press, revela que Irán posee ahora 142,1 kilogramos (313,2 libras) de uranio enriquecido hasta el 60%, un aumento de 20,6 kilogramos (45,4 libras) desde el último informe de febrero. El uranio enriquecido con una pureza del 60% está a solo un pequeño paso técnico de los niveles de calidad armamentística del 90%.
Las reservas totales de uranio enriquecido de Irán ascienden a 6.201,3 kilogramos (13.671,5 libras), lo que representa un aumento de 675,8 kilogramos (1.489,8 libras) desde el último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
El director general del organismo, Rafael Grossi, había advertido tras su última visita a Teherán que esperaba que el régimen diese pronto respuestas a numerosas cuestiones pendientes sobre la naturaleza de su programa nuclear, y que mejore la cooperación con los inspectores internacionales.
En su informe actual, la OIEA también indicó que Teherán no ha reconsiderado la decisión de la agencia de septiembre de 2023 de prohibir a los inspectores nucleares más experimentados monitorear su programa, pero agregó que esperaba que Irán “lo hiciera en el contexto de las consultas en curso entre la Agencia e Irán”.
Las relaciones entre Irán y la OIEA se han ido deteriorando desde que Teherán dejó de respetar los compromisos adquiridos en el acuerdo nuclear de 2015, en respuesta a la salida de Estados Unidos del pacto en 2018, durante la presidencia de Donald Trump. Desde entonces, Teherán ha reducido las inspecciones, vulnerado los niveles de enriquecimiento de uranio y las cantidades almacenadas de esa materia prima, ha desconectado cámaras de seguridad y ha vetado a varios inspectores de la ONU.
Irán sostiene que su programa nuclear es pacífico, pero la OIEA ha advertido que Teherán tiene suficiente uranio enriquecido para “varias” bombas nucleares si decide hacerlo. “No tenemos ninguna decisión de construir una bomba nuclear, pero si la existencia de Irán se ve amenazada, no habrá otra opción que cambiar nuestra doctrina militar”, dijo Kamal Kharrazi, uno de los principales asesores del líder supremo de Irán, el 9 de mayo.
En abril, un alto legislador iraní y ex comandante militar había advertido que Irán podría enriquecer uranio hasta el umbral de pureza del 90% requerido para una bomba en “medio día, o digamos, una semana”. Citó al líder supremo, Ayatollah Ali Khamenei, diciendo que el régimen “responderá a las amenazas al mismo nivel”, implicando que los ataques israelíes a las instalaciones nucleares de Irán provocarían un replanteamiento de la postura nuclear de Irán.
La OIEA también mencionó que las muertes del presidente y del ministro de Asuntos Exteriores de Irán en un accidente de helicóptero han provocado una pausa en las conversaciones del organismo de control nuclear de la ONU con Teherán sobre la mejora de la cooperación. En su informe actual, la OIEA señaló que Irán sugirió en una carta fechada el 21 de mayo que las discusiones relacionadas con la cooperación entre la OIEA e Irán “continuaran en Teherán en una fecha apropiada que será acordada mutuamente”.
La comunidad internacional sigue vigilando de cerca el desarrollo del programa nuclear de Irán y las implicaciones que este aumento en las reservas de uranio enriquecido pueda tener para la seguridad regional e internacional.
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