El Gobierno de Kenia ha anunciado que el número de muertos a causa de las devastadoras inundaciones en el país ha aumentado a 228, como resultado de las lluvias torrenciales que han azotado a la nación desde mediados de marzo. En las últimas 24 horas, se reportaron nueve nuevas muertes, incluyendo la de dos niños, mientras que el número de heridos se mantiene en 164 y los desaparecidos en 72.
Además de las pérdidas humanas, cerca de 223.200 personas han resultado afectadas en todo el país, y más de 212.630 han sido desplazadas debido a las inundaciones. Las autoridades advierten sobre la posibilidad de que las condiciones meteorológicas empeoren, con pronósticos que predicen lluvias intensas y tormentas eléctricas en varios condados del país.
A pesar de los esfuerzos de evacuación por parte del Gobierno, algunas comunidades siguen sin recibir adecuada asistencia. Muchos de los afectados han denunciado la falta de alternativas habitacionales tras ser evacuados de zonas de riesgo. Organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch han criticado la respuesta del Gobierno, señalando que las inundaciones están exacerbando las desigualdades socioeconómicas en el país.
Las precipitaciones se han intensificado este año debido al fenómeno meteorológico de El Niño, lo que ha agravado la situación en toda la región del este de África. Más de 637.000 personas han resultado afectadas en países como Kenia, Tanzania, Ruanda, Burundi y Somalia, con más de 234.000 desplazados, según informó la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Se espera que las fuertes tormentas continúen durante las próximas semanas, lo que plantea desafíos adicionales para la población afectada y para los esfuerzos de asistencia humanitaria en la región.
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