Haití se encuentra al borde de una crisis aún más profunda después de que el influyente líder de una de las pandillas más poderosas del país, Jimmy Cherizier, conocido como “Barbecue”, amenazara con desencadenar una “guerra civil” si el cuestionado primer ministro, Ariel Henry, permanece en el poder.
En una entrevista con la prensa, Cherizier advirtió sobre las graves consecuencias de la continuación del mandato de Henry, afirmando que llevaría a un “genocidio” y sumiría al país en un caos aún mayor. Cherizier, un ex policía de 46 años que lidera la coalición de bandas conocida como el G9, ha sido objeto de sanciones por parte de la ONU debido a sus actividades delictivas.
Las bandas armadas, que controlan vastas áreas de Haití, incluida la capital, Puerto Príncipe, han intensificado sus ataques contra infraestructuras y lugares estratégicos desde que anunciaron su unión contra el gobierno la semana pasada. Aprovechando la ausencia del primer ministro en el extranjero, los ataques han aumentado, sumiendo al país en un clima de creciente violencia y temor.
Henry, quien asumió el cargo tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, ha intentado regresar a Haití y recientemente aterrizó en Puerto Rico. Sin embargo, su retorno plantea desafíos considerables en medio de la agitación y las amenazas de grupos armados como el G9.
Las declaraciones de Cherizier reflejan la profunda división y la escalada de tensiones en Haití, donde la falta de estabilidad política y social ha exacerbado los problemas existentes, sumiendo al país en una crisis cada vez más peligrosa y compleja.
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