El gobierno de Israel anunció este lunes su decisión de dejar de colaborar con la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en la Franja de Gaza, argumentando que la entidad estaría “perpetuando el conflicto” debido a presuntos vínculos con el grupo islamista Hamás, aunque no ha presentado pruebas concluyentes al respecto.
El portavoz del gobierno israelí, David Mencer, declaró en una rueda de prensa que “la UNRWA es parte del problema y ahora dejaremos de trabajar con ellos”, subrayando la posición oficial de Israel de cortar la colaboración con la agencia humanitaria.
Esta decisión se da luego de que el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, informara que Israel rechazará futuros convoyes humanitarios dirigidos al norte de la Franja de Gaza, donde la situación de hambruna ya es una realidad preocupante.
La UNRWA, que brinda servicios a millones de palestinos en diversos países y es el principal actor humanitario en Gaza, ha sido objeto de acusaciones por parte de Israel de tener vínculos directos con Hamás. Sin embargo, Lazzarini ha destacado que no se han presentado pruebas concluyentes al respecto.
La presión internacional ha aumentado para que Israel permita un mayor acceso de ayuda humanitaria a Gaza, especialmente después de que un informe reciente de la ONU alertara sobre el riesgo inminente de hambruna para la mitad de la población en ese territorio.
A pesar de que la UNRWA despidió inmediatamente a los empleados señalados por Israel y realizó una investigación independiente sobre su actividad, Israel sostiene que la infiltración de Hamás en la agencia es más extensa de lo informado, lo que ha llevado a la retirada de fondos por parte de varios países donantes, aunque algunos han anunciado su intención de retomar la financiación ante la falta de evidencia sólida presentada por Israel.
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