Hermanos y hermanas en Jesús Maestro y Pastor, seguimos viviendo un tiempo de
preparación para la Pascua, pero también un tiempo de reconciliación, de penitencia, de
oración, de sacrificio y mortificación que nos ayudan a vivir una Santa Cuaresma. ¿Cómo
van nuestros propósitos de Cuaresma? ¿Ya te reconciliaste con tu hermano? ¿Ya pediste
perdón a quien ofendiste? ¿Has podido ofrecer algún ayuno o podido ofrecer la abstinencia
de comer carne? ¿Has practicado la caridad para con el necesitado?
El espacio físico para tener un encuentro con Dios ha sido siempre venerado y respetado
desde los orígenes de la Iglesia Católica. La catedral, la parroquia, la capilla son lugares
donde los fieles hacen su oración y entran en comunión con Dios desde el silencio y la
oración. La Iglesia Católica, siempre ha procurado tener lugares donde los hijos de Dios
puedan elevar su oración.
En el Evangelio de hoy escuchamos como Jesús sube a Jerusalén para ir al templo que era el
orgullo de los judíos y que se había contaminado por prácticas que no eran propias de la casa
de Dios. Una de las primeras enseñanzas que podemos deducir, es el respeto que pide Jesús
para el templo, para ese lugar físico donde las personas suben a tener un encuentro con Dios.
¿Cómo me comporto en la parroquia, o en la capilla? Cada vez que visitamos un templo, no
olvidemos que es un lugar sagrado, un espacio para la contemplación, un lugar donde todos
los católicos abrimos nuestro corazón a Dios para dar gracias o para pedir por nuestras
necesidades.
Cuando visitemos una Iglesia Católica recordemos que es un lugar, un espacio sagrado donde
se realiza la celebración de la Santa Misa, donde Cristo se hace presente en su Cuerpo y en
su Sangre. Sigamos promoviendo la hermosa devoción de hacer la señal de la cruz cada vez
que pasemos por una Iglesia Católica.
Otra de las actitudes del Maestro Jesús que encontramos en el Evangelio es la de asistir al
templo, en otros pasajes escuchamos que Jesús asiste a las sinagogas para la lectura de las
Escrituras. Para Jesús, los lugares de culto a Dios eran muy importantes.
En la actualidad muchos que se identifican como creyentes en Dios no les gusta hacer acto
de presencia en la Iglesia, no asisten a la parroquia, a la capilla y piensan que su actitud es la
mejor manera de vivir la fe. Sabemos que Dios escucha nuestras oraciones siempre, pero en
el templo, tenemos todos los elementos para estar y orar con Dios, principalmente en la
capilla del Santísimos Sacramento.
Vivamos la Santa Misa con verdadera devoción, preparémonos con una actitud de piedad
ante la celebración de la Eucaristía y que cada Domingo que vamos a la Iglesia, sintamos el
vivo deseo de estar con Dios que nos hablará en su Palabra y nos alimentará con el Cuerpo y
la Sangre de Cristo.
Con mi oración, cercanía y gratitud. Pbro. Andrés Figueroa Santos
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