Recibe el pleno del Congreso del Estado, iniciativa con proyecto de decreto mediante el cual, se expide la Ley del Sistema de Cuidados Integrales para el Estado de Tamaulipas, que tiene como objeto expedir una norma enfocada a la promoción del desarrollo de la autonomía de las personas en situación de dependencia, su atención y asistencia mediante la creación de esta Ley.
Consuelo Nayeli Lara Monroy, legisladora local, expone en su exposición de motivos que es también buscar un conjunto de acciones y medidas orientadas al diseño e implementación de programas y políticas públicas transversales, con enfoque de género e interseccionalidad, en materia de cuidados que constituyan un modelo solidario y corresponsable entre familias, Estado, comunidad y sector privado para la protección de la niñez, adolescencia y personas adultas mayores con pérdida de autonomía, así como personas con alguna enfermedad crónica y/o discapacidad, todos en situación de dependencia.
En tal contexto, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, refiere en su artículo 4, que la mujer y el hombre son iguales ante la ley, lo mismo se encuentra previsto a nivel internacional en instrumentos como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, entre otras.
Cabe destacar que de este último instrumento deriva el protocolo Facultativo que establece la necesidad de impulsar una nueva educación en donde las responsabilidades del cuidado de los infantes, las personas enfermas y adultas mayores, sean compartidas entre hombres y mujeres, comentó.
No obstante a ello, de manera histórica los cuidados de las personas han recaído en el género femenino, como parte de una categoría de análisis conocida como “feminización del cuidado”, y que ha tenido como una de sus tantas consecuencias, el impedimento para acceder a empleos remunerados y a su propia independencia económica, o en algunos casos, verse sometidas a una doble jornada.
Ante la sobrecarga que representa esta actividad, se puede presentar un agotamiento emocional, estrés y cansancio, si no es que problemas más severos entre los que encontramos los de tipo físico, como malestares y dolor de cabeza; psicológicos como frustración y ansiedad; o inclusive problemas sociales, como conflictos en las relaciones familiares, aseveró la diputada local.
Por otra parte, es importante destacar, que para avanzar hacia la igualdad sustantiva y alcanzar el desarrollo sostenible en 2030, es necesario atender cuatro rubros importantes:
1) La desigualdad socioeconómica y la persistencia de la pobreza;
2) Los patrones culturales patriarcales discriminatorios y violentos y el predominio de la cultura del privilegio;
3) La división sexual del trabajo y la injusta organización social del cuidado; y
4) La concentración del poder y las relaciones de jerarquía en el ámbito público.
Se debe de considerar que las personas cuidadoras son sujetos de derechos, que requieren atención para prevenir los riesgos que se puedan derivar del rol de cuidados; por ello, reconocer, reducir, redistribuir, remunerar y representar el trabajo de cuidados son las cinco metas que se postulan para avanzar hacia las sociedad del cuidado, que abogue por un nuevo acuerdo de corresponsabilidad, tanto entre hombres y mujeres como entre el Estado, la comunidad y los hogares, puntualizó.
Discussion about this post