La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha revelado cifras alarmantes sobre la tragedia que enfrentan los migrantes en todo el mundo. Según datos recopilados por el Proyecto Migrantes Desaparecidos, en 2023 se registraron al menos 8.565 muertes o desapariciones en rutas migratorias irregulares, marcando un aumento del 20 % con respecto al año anterior y convirtiéndolo en el año más letal hasta la fecha.
El informe indica que más de la mitad de estas tragedias se debieron a ahogamientos, mientras que el 9 % fueron atribuidos a accidentes de tráfico y el 7 % a actos de violencia. Estas cifras superan el récord anterior de 8.084 muertes y desapariciones en 2016, lo que subraya la gravedad de la situación actual.
El Mediterráneo continúa siendo la ruta más mortífera para los migrantes, con al menos 3.129 muertes y desapariciones registradas el año pasado, la cifra más alta desde 2017. Además, se observaron números sin precedentes de muertes en otras regiones, como África y Asia, donde hubo 1.866 y 2.138 víctimas respectivamente. Estos números reflejan la peligrosidad de rutas como el desierto del Sahara y la ruta marítima hacia las Islas Canarias en África, así como la situación de refugiados afganos y de la minoría rohingya en Asia.
La OIM ha instado a los gobiernos a garantizar una migración segura para todos, especialmente en un momento en que las vías seguras y regulares son limitadas. La organización también ha señalado que las cifras reportadas podrían ser aún más altas debido a las dificultades en la recopilación de datos, especialmente en lugares remotos como el Parque Nacional del Darién en Panamá o en las rutas marítimas, donde los naufragios a menudo pasan desapercibidos.
Este llamado de atención de la OIM subraya la urgencia de abordar la crisis humanitaria en las rutas migratorias, donde cada número representa una tragedia humana evitable.
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