La noche del sábado se tornó en tragedia en Puerto Príncipe, Haití, cuando bandas armadas atacaron la prisión civil, desencadenando una ola de violencia que ha dejado al menos una decena de personas muertas, según informes de la agencia EFE. Los alrededores de la cárcel se convirtieron en escenario de horror, con cadáveres visibles y algunos despedazados por perros, mientras las autoridades aún no han emitido declaraciones sobre la situación.
Las versiones de testigos indican que la Policía está intentando recuperar el control, pero el temor persiste ante la posibilidad de un aumento en la cifra de víctimas mortales conforme avanza el domingo. La noche anterior, Puerto Príncipe fue testigo de violentos enfrentamientos entre las bandas armadas y las fuerzas policiales, culminando con el asalto a la prisión civil, la más grande de la ciudad.
La situación se agrava con la aparición de vídeos en redes sociales que muestran al líder de la banda Village de Dieu, conocido como Izo, supervisando la prisión y el Palacio Nacional con drones. Además, se especula que el próximo objetivo de los grupos armados podría ser el Palacio Nacional, con planes de tomar el control de todas las instituciones estatales para derrocar al Gobierno.
Mientras tanto, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, se encuentra fuera del país tras su participación en una cumbre en Guyana y una visita a Kenia para discutir el despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad. El acuerdo firmado entre Kenia y Haití para el envío de 1.000 policías kenianos ha generado controversia, especialmente en un contexto de creciente violencia en Haití y promesas de elecciones para el año 2025.
La situación en Haití es cada vez más volátil, con la violencia en aumento y la incertidumbre sobre el regreso y las acciones del primer ministro Henry, mientras el país enfrenta una crisis política y de seguridad sin precedentes.
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