Decenas de tractores adornados con banderas y pancartas avanzaron en línea, mientras que la policía con equipo antimotines patrullaba cerca de las barricadas. El ambiente se volvió tenso cuando los manifestantes volcaron un remolque lleno de neumáticos y prendieron fuego al montón de goma.
Marieke Van de Vivere, una agricultora belga, expresó su descontento afirmando que se sienten ignorados y pidió a los ministros que pasen un día trabajando con ellos en el campo para comprender las dificultades impuestas por las normativas.
Estas protestas agrícolas se suman a una serie de manifestaciones similares en toda Europa, incluidas marchas en Francia, España, Holanda y Bulgaria. Los agricultores reclaman un mayor respaldo y han logrado que se retiren algunas medidas, como una propuesta antipesticidas y restricciones al uso de tierras para fomentar la biodiversidad.
La tensión generada por estas protestas ha afectado las vidas diarias y las operaciones comerciales en toda la Unión Europea, lo que ha llevado a los políticos a comprometerse a revisar y retirar algunas de las regulaciones controvertidas que han sido objeto de las quejas de los agricultores.







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