Estados Unidos, 22 de febrero 2024.- Este miércoles, en el marco del proceso de extradición de Julian Assange, Estados Unidos rechazó categóricamente que los cargos por los cuales solicita su entrega tengan un carácter político y desestimó cualquier comparación entre la actividad del fundador de WikiLeaks y el trabajo de periodistas de investigación.
La abogada Clair Dobbin, en representación de la Justicia estadounidense, afirmó ante el Tribunal Superior de Londres que la defensa ha tergiversado las acusaciones contra Assange, señalando que estas están fundamentadas en pruebas y no tienen un trasfondo político. Dobbin destacó que Assange es acusado de conspirar con Bradley Manning para obtener y difundir información militar clasificada, poniendo en riesgo la vida de informantes en diversos países.
Al refutar los argumentos de la defensa, Dobbin hizo hincapié en que WikiLeaks solicitó explícitamente material clasificado, alentó a la piratería informática y compiló listas de “Las filtraciones más buscadas”, actividades que, según ella, van más allá de la labor periodística convencional.
Ante la pregunta del juez Adam Johnson sobre la exposición inicial de los informantes, Dobbin señaló que este punto no corresponde al tribunal y podría ser discutido en un eventual juicio en Estados Unidos.
La abogada también rebatió las alegaciones de la defensa sobre la imparcialidad del juicio en Estados Unidos y el supuesto atentado contra la libertad de expresión de Assange.
Julian Assange, de 52 años, no estuvo presente en la audiencia debido a su estado de salud, aunque su esposa y su padre sí asistieron.
Tras la vista de este miércoles, los jueces del Tribunal Superior deberán decidir si autorizan un nuevo recurso en el Reino Unido, lo que llevaría a un juicio completo para explorar los argumentos planteados, o si se procede con su extradición, aprobada por el Gobierno británico en 2022.
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